El presidente electo asegura que ya habló con Tim Cook al respecto.
Donald Trump sigue empecinado en convertir sus promesas de campaña en realidad para los trabajadores de Estados Unidos. Su plan es regresar a casa la producción de las grandes compañías que tienen sus plantas de fabricación en otros países (como Ford y GM lo hicieron en México).
En un punto de la campaña, Trump arremetió contra una de las grandes empresas americanas: Apple y advirtió que tendrían que “fabricar sus malditas computadoras en Estados Unidos”, en respuesta la empresa que piensa diferente transmitió el ultimátum a Foxconn y Pegatron, las empresas que fabrican sus productos en China y Taiwan, para que abrieran ensambladoras en Estados Unidos.
La historia no termina ahí. A unas horas de asumir la presidencia de Estados Unidos, Trump dijo durante una revista con Axios que ya habló con Tim Cook y que notó que “tiene la mirada puesta en los beneficios” de trasladar la producción de Apple a Norteamérica.
“Creo que Cook ama a su país y pienso que le gustaría hacer algo muy grande aquí en los Estados Unidos” afirmó el presidente electo.
Durante la campaña, las empresas tecnologías de norteamerica no fueron tímidos en mostrar su negativa de tener a Trump como presidente. Para limar un poco las asperezas en diciembre del año pasado el aun candidato convocó una reunión con los líderes tecnológicos y Cook acudió a la misma.
Aun no hay una versión oficial de este hecho por parte de Apple y tampoco sabemos si la compañía recibirá los mismos incentivos financieros que tiene en Zhengzhou, donde fabrica alrededor de medio millón de iPhones al día.