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¿Por qué Estados Unidos quiere acabar con Huawei?

El conflicto comercial entre los estadounidenses y la empresa china va más allá de Donald Trump y aquí te lo explicamos.
El presidente Donald Trump tras el logo de Huawei

Durante las últimas semanas Huawei ha estado en los titulares de todos los medios de comunicación del mundo, no sólo en los que nos enfocamos a la tecnología, ¿la razón? Estados Unidos quiere acabar con ellos y hacerlos sufrir lo más posible en el proceso, o al menos eso es lo que parece. Pero Huawei ha respondido a los ataques y vetos con un poco de ayuda del gobierno chino, lo que ha transformado la situación en la bandera de una guerra comercial que puede afectar a muchos más que sólo las partes involucradas.

¿Qué está pasando hoy con Huawei?

(Bloomberg)

La administración del presidente Donald Trump presentó una “lista negra”, con empresas de telecomunicaciones potencialmente peligrosas para la seguridad de Estados Unidos (principalmente por ser espías o potencialmente ser usadas como herramientas para el espionaje), en la que aparecía Huawei, y como penalización se estipuló que ninguna empresa estadounidense puede realizar negocios con la empresa china u alguna otra señalada en el documento.

Para evitar penalizaciones de parte del gobierno de Trump, Google prohibió a Huawei usar Android como sistema operativo en sus equipos, a lo cual siguió la ruptura de empresas como Intel, Qualcomm, Broadcom, Xilinx y ARM. Este último sí fue un gran golpe para Huawei, porque, aunque la compañía china fabrica sus propios chips, llamados Kirin, están basados en las patentes de ARM y no puede seguirlos montando legalmente porque ya no tienen la licencia de ARM. A esto se añadió el veto de la SD Association y la Wi-Fi Alliance, que sacaron a Huawei de su lista de miembros (aunque la reingresaron posteriormente). En respuesta a todo esto, los chinos solicitaron a una corte estadounidense que declare inconstitucional la orden ejecutiva que les prohíbe hacer negocios con empresas norteamericanas sin la aprobación del gobierno.

Aunque parece que el veto estadounidense contra Huawei ocurrió recientemente, lo cierto es que el conflicto lleva más de una década y las acusaciones de espionaje que pesan sobre ellos tienen su origen en su fundación misma.

Ren Zhengfei

Ren Zhengfei, fundador y presidente de Huawei Technologies Co. Ltd (Huawei)

¡El gigante asiático!

Para entender mejor la magnitud de este problema debemos responder ¿qué es Huawei para el mundo de la tecnología? La empresa fue fundada en 1987 por el ex oficial militar Ren Zhengfei (ojo con este dato) y se hizo famosa por suministrar equipos de telecomunicaciones al gobierno chino en una época en la que importaban todo del extranjero a costos muy elevados. Con esa fama saltaron al mercado internacional en 1990 y la competencia simplemente no podía igualar sus bajos precios.

Empresas como Cisco Systems y Motorola presentaron demandas contra Huawei por supuestos robos de secretos comerciales en esa década, pero eso no detuvo el avance de la compañía, que paso de ser distribuidora de imitaciones chinas (como lo describían sus competidores) a un líder tecnológico que invierte millones de dólares en investigación.

A pesar de ser una empresa de China, Huawei es una compañía privada, no obstante su estructura interna no está del todo clara, y desde hace años corren rumores de que el gobierno chino toma decisiones dentro de la compañía.

Sede central de Huawei

Sede central en Longgang, Shenzhen – China (Brücke-Osteuropa)

Irán, 2010

El conflicto real con Estados Unidos comienza en 2010, cuando un grupo de miembros de Huawei, a través de la empresa Skycom, intentaron vender tecnología de Hewlett-Packard a un operador de telefonía móvil iraní, llamada Mobile Telecommunication Co., cuando Estados Unidos había puesta sanciones comerciales sobre Irán.

Huawei tenía permitido vender el equipo de HP gracias a un acuerdo comercial, excepto en países con sanciones económicas.

“HP cuenta con un extenso sistema de control para garantizar que nuestros socios y revendedores cumplan con todos los requisitos legales y reglamentarios relacionados con la seguridad del sistema, el comercio global y la privacidad del cliente y la relación de la empresa con Huawei no es diferente- dijo en su momento HP en una declaración- Los términos del contrato de distribución de HP prohíben la venta de productos HP a Irán y exigen el cumplimiento de las leyes de exportación aplicables de los EE. UU. y otras”.

En una situación similar, ZTE trató de vender equipo estadounidense en Irán y el gobierno de Obama detuvo todas sus operaciones, aunque después de declararse culpable llegó a un acuerdo con la administración de Donald Trump y se levantó su prohibición.

Huawei se desmarcó de la venta de equipo estadounidense en Irán en 2010, pero eso no evitó que Estados Unidos iniciara una investigación que terminaría con varios arrestos en 2018.

Desde entonces el gobierno estadounidense alertó sobre la vinculación que existía entre Huawei y el gobierno de China, acusándolos de crear “puertas traseras” en sus equipos para favorecer el espionaje, aunque en ese momento no presentó pruebas de esto.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, junto a Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei e hija de Ren Zhengfei.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, junto a Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei e hija de Ren Zhengfei (Reuters).

Espía Vs Espía

Para 2017, Huawei se había convertido en el mayor proveedor de equipos de redes de telecomunicaciones y el segundo mayor fabricante de teléfonos inteligentes, en todo el mundo. Dominaba los mercados de África, Europa, Asia, África y comenzaba su ascenso en América Latina. Sólo le faltaba entrar al mercado norteamericano para tenerlo todo. Su llegada triunfal sería de manos de AT&T, una de los operadores de telefonía más importantes del mundo. Pero eso no pasaría jamás.

La idea es que Huawei y AT&T presentarían juntos el Mate 10 Pro en Estados Unidos durante el CES del 2018, un plan que tenían meses preparando, pero AT&T canceló el acuerdo de comercialización por presiones del gobierno de Trump, a tan sólo días de la presentación.

Las seis principales agencias de inteligencia norteamericanas advirtieron al público que no debían utilizar los productos y servicios de Huawei y ZTE, alegando que sus terminales podrían estar funcionando como herramientas de espionaje del gobierno de Pekín. Esto provocó que Verizon Wireless también rompiera sus acuerdos con la empresa china.

Trump tomó una serie de medidas para bloquear a la firma china en los mercados gringos, incluida la prohibición de las compras de equipos de Huawei por parte del gobierno y la denegación de la ayuda del gobierno a cualquier operador que utilice equipos de Huawei.

Huawei ya veía venir las restricciones, así que quiso calmar a sus usuarios informándoles que llevaba un tiempo trabajando en su propio sistema operativo (que en ese momento se llamaba Kirin OS).

Meng Wanzhou durante su arresto en Canadá.

Meng Wanzhou durante su arresto en Canadá. ( Darryl Dyck/The Canadian Press via AP)

Al ver que se avecinaba una guerra comercial sin precedentes, Estados Unidos y Pekín firmaron una tregua, días antes de que Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei e hija del fundador de la compañía, fuera detenida en Vancouver, Canadá (mientras hacía una escala en un vuelo con destino a México) acusada de violar las sanciones de Estados Unidos sobre Irán (que ocurrió en 2010). El arresto causó que los mercados financieros se fueran a pique, por temor a que pudiera romperse la tregua.

“La causa penal del Departamento de Justicia contra el Director de Finanzas de Huawei, Meng Wanzhou, se basa únicamente en la evidencia y la ley. “El Departamento investiga los casos sin injerencias políticas y sigue las pruebas y el estado de derecho en la búsqueda de cargos penales”, dijo una portavoz del departamento de Justicia.

Tras el arresto de su hija, Ren Zhengfei declaró que Huawei “nunca recibió ninguna solicitud de ningún gobierno para proporcionar información impropia”.

“Todavía amo a mi país, apoyo al Partido Comunista, pero nunca haré nada para dañar a ningún país del mundo”, recalcó Zhengfei.

En un intento de marcar distancias con la Administración Trump, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, aseguró que había sido informado previamente del arresto, pero ha insistido en que “no hubo intervención política en esta decisión ya que respetamos la independencia del sistema judicial”.

El presidente de Huawei, Ren Zhengfei (der), muestra al mandatario chino Xi Jinping las oficinas de la empresa de tecnología en Londres, el 21 de octubre de 2015. (MATTHEW LLOYD/AFP/Getty Images)

El presidente de Huawei, Ren Zhengfei (der), muestra al mandatario chino Xi Jinping las oficinas de la empresa de tecnología en Londres, el 21 de octubre de 2015. (MATTHEW LLOYD/AFP/Getty Images)

Días después, China respondió a Canadá con el arresto de Michael Kovrig, ciudadano canadiense que trabajó como diplomático en Pekín, Hong Kong y la ONU en Nueva York y actualmente es investigador del centro de análisis International Crisis Group (ICG). También condenó a pena de muerte al canadiense Robert Lloyd Schellenberg, por un caso de tráfico de drogas.

el canadiense Robert Lloyd Schellenberg durante su juicio en China

el canadiense Robert Lloyd Schellenberg durante su juicio en China (AFP)

Meng Wanzhou fue puesta en libertad bajo fianza, pero tenía que esperar la resolución de petición de extradición solicitada por Estados Unidos. En una declaración para la televisión canadiense, Zhengfei dijo que su hija no lo sucederá como presidente de Huawei, pero que su batalla contra la posible extradición los acercó.

En este punto de la historia. Huawei tiene contratos por todo el mundo para construir redes 5G. Pese a las advertencias de Estados Unidos, ni Canadá ni Gran Bretaña han tomado medidas contra los asiáticos, pero Australia y Nueva Zelanda les prohibieron construir las redes, mientras Alemania inició una investigación.

2019: Estalla la bomba

2019 inicia con el arresto en Polonia del director de ventas de Huawei, Wang Weijing, acusado de espionaje, junto con un empleado de la empresa Orange. Mientras que, del otro lado del mundo, en las cercanías de las instalaciones donde se celebra el CES 2019, en Las Vegas, el FBI vigiló todas las actividades de los directivos de Huawei.

Un partidario de Meng Wanzhou, protesta por la extradición de Canadá a los Estados

Un partidario de Meng Wanzhou, protesta por la extradición de Canadá a los Estados Unidos
(DAVID RYDER / REUTERS)

El buró usó a dos directivos de Khan Semiconductors, una pequeña empresa de Chicago sin clientes ni beneficios, como carnada. El plan era que se reunieran con los directivos chinos en las instalaciones del Centro de Convenciones, pero terminaron reuniéndose en una hamburguesería de las Vegas. Los empresarios norteamericanos fueron cargados de micrófonos y todas las personas alrededor de la reunión eran agentes encubiertos.

Todo fue tan obvio que los representantes de Huawei salen disparados de la cita sin decir nada incriminatorio. Días después, el FBI llegó con una orden de registro las oficinas del Huawei en San Diego para buscar información sobre “actividades criminales” que pudieran estar desarrollando en territorio estadounidense.

Antes de terminar el mes, las autoridades norteamericanas anuncian la imputación de cargos criminales contra Huawei, 10 cargos relacionados con secretos comerciales y 13 vinculados a infracciones de sanciones, entre los que se incluían robo de secretos comerciales, conspiración obstrucción de la justicia y fraude bancario.

Durante la presentación de cargos contra Huawei, el secretario del Departamento de Comercio, Wilbur Ross, dijo: “Mentir, engañar y robar no son estrategias de crecimiento corporativo adecuadas” (CHIP SOMODEVILLA / GETTY)

Todo porque supuestamente robaron el brazo de un robot, llamado Tappy, de una instalación de T-Mobile US Inc. en Bellevue, Washington, por el cual “ofrecieron bonos a los empleados que tuvieron éxito en obtener tecnología de sus rivales”.

“Como se indica en la acusación, Huawei y su Director Financiero infringieron las leyes de EE. UU. Y se comprometieron en un esquema financiero fraudulento que es perjudicial para la seguridad de Estados Unidos”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, en un comunicado de prensa anunciando los cargos. “Ellos realizaron voluntariamente millones de dólares en transacciones que violaban directamente el Reglamento de Transacciones y Sanciones de Irán, y tal comportamiento no será tolerado”.

En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China pidió al gobierno de EE. UU. Que suspenda lo que se refirió como la “supresión irrazonable” de las empresas chinas, incluido Huawei.

Los problemas de la empresa china fueron más allá de los juzgados y las casas de bolsas, el 8 de enero la Universidad de Oxford anunció que ya no buscaría “nuevas oportunidades de financiamiento con Huawei Technologies Co Ltd o las compañías de su grupo relacionado en este momento”.

Para marzo, Huawei se declaró inocente de todos los cargos en su contra en una corte de Nueva York, mientras en Canadá el l Ministerio de Justicia aprobaba el proceso de extradición de Meng Wanzhou.

En mayo, Donald Trump puso a Huawei en la lista negra y comenzaron las restricciones de los que ya hemos descrito. La empresa China inició una demanda en los juzgados norteamericanos solicitando que se declare inconstitucional todo el asunto.

¿Qué va a pasar ahora?

La popularidad de los equipos Huawei en nuestro país (y básicamente en todo el mundo) podría hacernos sentir simpatía a su favor, sobre todo porque Estados Unidos históricamente es el gran villano/policía del mundo, pero no hay que olvidar que es una empresa privada.

Donald Trump se ha jactado siempre de su forma ruda de negociar para obtener el mayor beneficio. No nos extrañe que estas restricciones contra los Huawei no deriven en lazos de amistad más grandes con el gobierno de China. Después de todo el dinero habla. Su protagonismo en la expansión de la próxima red 5G está en “veremos”, o al menos eso es lo que parece.

Este caso deja al descubierto la forma en la que operan las grandes potencias comerciales. Lo que vive hoy Huawei le ha pasado a productores, campesinos, transportistas y empresarios que intentan hacer negocios con Estados Unidos y cuyos casos quedan en el olvido por no ser apoyados por sus gobiernos, como China apoya a Huawei.

El libre comercio parece que no es tan libre, dado que está sometido a un único árbitro, Estados Unidos, al que no se puede criticar ni contradecir.

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