Volando desde YouTube, surcando las salvajes galaxias de Reddit y dando saltos entre las grandes cadenas televisivas dedicadas a la animación, llegó a Netflix Final Space, sin hacer mucho ruido, pero dejando una perforación redondamente perfecta en el pecho de los que ya le hemos visto.
Sí, esta serie es dura. No se dejen engañar por el diseño de personajes a lo Simpson y los colores. De hecho, me siento muy mal en recomendarles algo que sé que los va a hacer sufrir.
La serie sigue las andanzas de Gary Goodspeed, quien al tratar de impresionar a una capitana de la milicia espacial (llamada Infinity) de nombre Quinn termina convertido en un “recluso” astronauta por cinco años a bordo de la nave Galaxy 1. Su única motivación es escribirle a Quinn cartas de amor que nunca contesta, platicar con la IA de la nave de nombre H.U.E. y odiar a muerte al robot K.V.N.
Todo es monotonía en su vida hasta que encuentra a Mooncake (el espécimen E-351), una especie de peluche extraterrestre verde, del que se encariña y al que comandos armados están buscando. A partir de ese momento se ve inmiscuido en una serie de intrigas espaciales en las que conviven una pintoresca gama de personajes, como Avocato, un alíen con forma de gato que intentaba matarlo y termina siendo su mejor amigo, el Pequeño Cato, su hijo rebelde, o el terrible Lord Commander.

Póster de Final Space (TBS)
Cada capítulo inicia con un minuto en los últimos 10 de la vida de Gary, flotando en el espacio y recordando los últimos meses de su vida. Reflexionando sobre todo lo que hizo mal y lo mucho que disfruto tener amigos, para luego perderlos. Todo esto no cuenta como spoiler porque queda asentado durante los primeros 30 segundos del primer capítulo.
En sólo 10 capítulos, el creador Olan Roger y David Sack, showrunner de la serie, cuentan una historia llena de pérdidas con grandes tintes de comedia, acción y ciencia ficción. Las comparaciones con Rick y Morty son obvias, pero la verdad es que Final Space tiene su propia esencia.
El doblaje al español latinoamericano no es malo, muy al contrario, sin embargo, les recomiendo que vean la versión original y aprecien el gran trabajo que hacen David Tennant (a quién no van a reconocer en su papel de Lord Commander), Ron Perlman y hasta Olan Rogers, quien interpreta a Gary Goodspeed, Mooncake y Tribore; aunque a la larga los gritos de este último cansan, pero es parte del encanto de su personaje.
Lo malo de Final Space es que dura muy poco. Deja la sensación de que el primer arco debía durar un poco más.
Bueno, pues vayan a verla y cuando terminen entren a este link y vean el piloto, para que vean cómo evolucionó este proyecto.