Se ven felices, caminan, o quizá corren. El movimiento de sus pies no se logra apreciar tan bien en esta imagen fija como sus sonrisas, atadas a la misma altura una de la otra, guiadas a través del mismo tenor por la marcha. Lesbianas visibles, lesbianas libres: esta es la pancarta que sostienen. Es 1979, mis padres todavía no se conocen, en la Ciudad de México nevó hace poco, y yo naceré quince años después de esta primera marcha. Es muy posible que nunca conozca a las mujeres de la fotografía, pero yo las veo, desde el tono púrpura y rosado que les da la tintura de mi monitor y los años que la imagen no ha conservado bien, para preguntar ¿qué es este límite, estos cuerpos, estas palabras que se empeñan en definirlas?, ¿ellas intuirían que las vería desde aquí, defendiendo esas otras palabras que ahora tengo incrustadas en la piel? Lesbiana, libre; lesbiana, visible.
Ser una mujer visible en el espacio público, salir a la calle tomada de la mano de otra mujer, besar a otra mujer, ser vista en el “allá afuera”, cada una de estas acciones definen la manera en que, desde el propio cuerpo, se puede empezar a hacer una revolución por lo que no se dice y se mantiene en silencio, por las demás que dejan de estar, por las que se quedan “allá adentro”. Alison Bechdel es quizá una de las primeras mujeres que para mí representan esa especie de revolución.
(Reservoir Books)
Fun Home: A Family Tragicomic, publicada por primera vez en 2006, es una autobiografía enfocada en el padre de Alison, quien murió atropellado poco tiempo después de que ella le confesara su homosexualidad. A través de los diferentes cuadros dibujados por Alison recorremos un pequeño condado de Pennsylvania enredado entre el descubrimiento sexual, los años sesenta y setenta, y las relaciones establecida alrededor de la homofobia internalizada. En un vaivén entre el Watergate, Stonewall y entradas y salidas de clósets (simbólicos y no), esta tragicomedia punzante nos muestra un prisma con muchísimas caras, aristas y puntos de encuentro y de partida sobre la misma e intimísima vida, saltando de una a otro, cambiando las versiones de los hechos, como desmenuzando poco a poco el cuerpo, tal y como funciona la memoria.
(Reservoir Books)
Es claro que Alison Bechdel no sólo construyó un puerto desde el cual muchas mujeres pudimos encontrar un poco de representación alejada de los estereotipos, sin ataduras, sino que encontró una manera de meterse entre el intersticio que deja el heteropatriarcado mediático: el Test de Bechdel, también llamado The Rule. Dicho test apareció por primera vez en otro de sus cómics, Dykes to Watch Out, cuya trama también se centra en temas LGBT+, y en el que se evalúa positivamente, por así decirlo, a las películas por la aparición de más de dos personajes femeninos, quienes tienen que hablar entre ellas al menos una vez sin mencionar algo relacionado a un hombre.
(Reservoir Books)
Fun Home fue el primer cómic en ser nominado a los premios del National Book Critics Circle, en la categoría de no-ficción. Y no es de sorprender, pues toda la instropección, todo el camino recorrido y andado, a manera de espejo por sobre nosotrxs, forman una crónica trazada sobre una línea delgadísima que nos parte todo el lado (de)limitado del cuerpo.
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Ytzel Maya (@ytzmaya). Editora y ensayista. Fue becaria del programa de verano de la Fundación para las Letras Mexicanas en el área de ensayo, y ganadora de la residencia de escritura Casa Octavia, en El Paso, Texas. Forma parte del Parlamento de Mujeres del Congreso de la Ciudad de México.