Y no, no hablamos de la música…
A través de la iniciativa Step de la ONU, se dio a conocer que anualmente en México se producen entre 7 y 9 kilogramos de basura electrónica por persona. Esta cantidad se traduce en una cifra de entre 840 y 1,080 toneladas al año, pensando en una población de 120 millones de habitantes.
Estados Unidos y Canadá son los dos países en América que más basura de este tipo generan, mientras que en tercer lugar del continente se encuentra México. Y antes probablemente no hubiera sido así. Desde el 2010 ha crecido la cantidad de basura producida por persona, pues antes el promedio era entre 3 y 5 kilos, según el Instituto Nacional de Ecología.
Se estima que para el 2015 se habían tirado alrededor de 900,000 toneladas de basura en México. Si quisiéramos visualizar esta cantidad, podríamos llenar cada año el zócalo de la Ciudad de México simplemente apilando la basura ahí. Esto se hace aun más grave que con otro tipo de basura más convencional porque la contaminación que genera este tipo puede generar un impacto que dure décadas.
Anualmente en México se producen entre 7 y 9 kilogramos de basura electrónica por persona. (Foto: Takomabibelot)
Según Heberto Ferreira Medina, académico del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES) de la UNAM, este tipo de desechos son “altamente contaminantes” para la salud y el medio ambiente. Eso se debe a que en la basura electrónica se encuentra, por ejemplo, cromo, plomo y cadmio (pilas, monitores viejos o motherboards). Estos tres metales son tóxicos para la salud y su efecto dura decenas de años.
En 2013 México fue nombrado el país que menos respeta las leyes ambientales, según la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA). Este señalamiento se puede ver reflejado en situaciones como estas, que aprueben el fracking en México o la contaminación que se vio la semana pasada en la capital del país.
Por su parte, el académico de la UNAM plantea que se debería generar una cultura del reciclado, en la cual se haga un desensamble para separar el plástico, los metales y componentes de la basura electrónica.
Quizá valdría la pena repasar proyectos de reciclado donde los componentes de computadoras se podrían aprovechar para lugares con recursos más escasos, como le hacen (claro, sin caer en el tiradero de basura) algunos hombres en Ghana con toda la basura electrónica que le mandan los países desarrollados.