Un grupo investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) analizó bacterias presentes en aguas residuales, con el objetivo de demostrar que estas podrían ser un indicador temprano de la propagación del coronavirus, así como de estar asociadas a enfermedades crónicas.
El estudio publicado en la revista Science of the Total Environment fue liderado por expertos de la Universidad de Concepción, Chile. Los científicos se centraron en evaluar cambios en bacterias de aguas residuales, para determinar si pueden ayudar a predecir la propagación del coronavirus.

Foto: CSIC
Los investigadores emplearon tecnología de secuenciación genética basada en nanoporos para analizar perfiles de microbioma gastrointestinal. Gracias a esta técnica pudieron diferencias secuencias del ADN de muestras recogidas en aguas residuales de la ciudad de Chillán, al sur de Chile.
Las muestras fueron tomadas de un centro de salud, una cárcel, así como de una residencia de ancianos entre mayo y agosto. De esta manera, los científicos pudieron determinar que los microorganismos de estas aguas están directamente relacionados con trastornos gastrointestinales.
“El microbioma de aguas residuales parece preceder la detección del SARS-CoV-2. Revela perfiles específicos de especies asociadas con comunidades donde prevalece el coronavirus, independientemente de sus individuos muestran o no síntomas”, explica el investigador Antonio Figueras.
Los análisis indicaron que el microbioma procedente del centro de salud se asoció a bacterias detectadas en pacientes con enfermedades crónicas y fisiológicas. Por otro lado, las muestras de la residencia y la penitenciaría arrojaron resultados negativos con excepción de la cuarta semana.