En junio de 2020, a mitad de la pandemia de Covid-19, un estudio publicado en el New England Journal of Medicine planteó que los genes eran determinantes ante esa enfermedad y la forma en que esta ataca a cada persona. El tipo de sangre sería un factor que definiría el riesgo de contagio, así como la posibilidad de desarrollar cuadros clínicos severos: las personas con sangre tipo O serían más resistentes que aquellas con tipo A o AB.
Ahora, nuevos estudios publicados en Blood Avances lo refuerzan. La primera investigación, basada en el análisis de 473,634 personas y un grupo de control de otras 2.2, sugiere que las personas con sangre tipo O son menos susceptibles de contraer Covid-19. El 38.4% de las personas con Covid-19 tenían ese tipo de sangre: muchas menos que el 41.7% de las personas en el grupo de control. Esto implica que las personas de ese grupo sanguíneo tienen menor probabilidad de dar positivo en las pruebas de coronavirus.
(Imagen: Pixabay)
Michael Barnkob, autor del estudio en el Odense University Hospital, señaló que las personas con sangre tipo O no son inmunes al virus de ninguna manera.
“Estas no son diferencias masivas en el riesgo, pero sugieren procesos biológicos interesantes. Podemos decir con cierto nivel de confianza que el tipo de sangre afecta tus probabilidades de contraer el virus, pero no que afecte la severidad de la enfermedad tras la infección”.
El segundo estudio muestra que el tipo de sangre sí está relacionado con manifestaciones más severas de Covid-19. El estudio, enfocado en 95 personas gravemente enfermas, sugiere que el 84% de quienes tienen sangre tipo A o B necesitaron ventiladores en el tratamiento de la enfermedad. En cambio, solo el 61% de la gente con sangre tipo O requirió de ventiladores. Y, mientras que las personas con sangre tipo B u O permaneció en cuidados intensivos durante un promedio de nueve días, las personas con sangre tipo A permanecieron 13.5 días.
Al ser una enfermedad relativamente nueva, hay mucho que desconocemos sobre el Covid-19. Incluso hay otros estudios que sugieren que no existe conexión entre el tipo de sangre y el comportamiento del virus. La información con la que cuentan científicos y personal médico puede seguir cambiando conforme pasen los meses, pero esto es lo que sabemos hasta ahora.
Si quieres leer más sobre los tipos de sangre y qué significa cada uno, puedes hacerlo aquí.
