Una investigación publicada en Science Advances reveló que los océanos están “eructando” peligrosas cantidades de CO2 (Dióxido de Carbono) y tal parece que todo se debe al repentino cambio en la circulación oceánica alrededor de la Antártida.
No es que sea un proceso nuevo, ya que este mismo fenómeno ayudó al planeta a terminar con la última edad de hielo. Los científicos recolectaron fósiles de corales en las profundidades oceánicas para estudiar la desintegración radiactiva de las pequeñas cantidades de uranio que contienen y encontraron especímenes de 15 mil años de antigüedad, al final de la edad de hielo, de acuerdo a las pruebas de raciocarbono,

(sciencemag)
Los datos recabados les permitieron reconstruir los cambios en la circulación oceánica y así poder compararlos con los cambios climáticos a nivel global en una resolución muy precisa. Concluyeron que la circulación en las profundidades oceánicas puede cambiar drásticamente y esto puede liberar CO2 rápidamente a la atmósfera.
“Los corales actúan como una máquina del tiempo, lo que nos permite ver cambios en la circulación oceánica que ocurrieron hace miles de años. Muestran que el océano alrededor de la Antártida puede cambiar repentinamente su circulación para liberar eructos de CO2 a la atmósfera”, explicó el doctor James Rae, de la Escuela de Ciencias Ambientales y de la Tierra de St. Andrew.
El doctor Tao Li, de la Universidad de Nanjing, autor principal del nuevo estudio, dijo: “No hay duda de que los procesos del Océano Austral deben haber jugado un papel crítico en estos rápidos cambios climáticos y los corales fósiles proporcionan la única forma posible de examinar los procesos del Océano Austral en estos plazos “.
Andrea Burke, de la Escuela de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente de St Andrew, explicó que hay algunas pruebas que indican que los depósitos de carbono en las profundidades del lodo marino “podrían burbujear y agregar CO2 al océano y la atmósfera, pero no encontramos evidencia de esto en nuestro muestras de coral.”
Aunque este proceso es natural, los científicos opinan que aunque el aumento de CO2 al final de la edad de hielo fue dramático en términos geológicos, el reciente aumento de CO2 debido a la actividad humana es mucho mayor y más rápido, lo cual podría tener consecuencias devastadoras para la vida.