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Hallan fósil de 2 millones de años que muestra nueva evidencia sobre la evolución

Un cráneo de hace 2 millones de años del primo del Homo erectus muestra cómo el cambió climático influyó en el evolución.
Paranthropus robustus
(Foto: Nature Ecology & Evolution)

El hallazgo del cráneo de un homínido extinto hace 2 millones de años en lo que hoy es Sudáfrica, podría ser una nueva muestra sobre cómo el cambio climático y la alimentación influyó en la evolución del hombre. Se trata del Paranthropus robustusdescubierto en 1938 y que ahora fue hallado un nuevo cráneo ubicado en el sistema de cuevas Drimolen al noroeste de Johannesburgo en Sudáfrica.

El descubrimiento del nuevo cráneo de Paranthropus robustus, detallado en la revista Nature Ecology & Evolution sugiere que esta especie que vivió al mismo tiempo que nuestro ancestro el Homo erectus, evolucionó rápidamente durante un periodo de cambio climático local hace unos 2 millones de años, lo que implicó cambios en su anatomía que anteriormente se atribuían al sexo. La aparición del Paranthropus coincidió con la desaparición del Australopithecus y la aparición del Homo.

Según la hipótesis del descubrimiento, tal parece que mientras el cambio climático orilló al Australopithecus a su desaparición, creando estrés dentro de sus poblaciones, las condiciones resultaron más favorables para el Homo y el Paranthropus, según explicó el profesor David Strait, investigador en la Universidad de Washington en St. Louis. 

“Ahora vemos que las condiciones ambientales probablemente también fueron estresantes para Paranthropus , y que necesitaban adaptarse para sobrevivir”, explicó Strait.

Paranthropus robustus

(Foto: Nature Ecology & Evolution)

El Paranthropus habría evolucionado en un periodo aproximado de 2 mil años, debido a que los restos encontrados en Drimolen muestran que un “clima seco llevó a la selección natural a alterar la anatomía de esta especie”, mencionó el coautor de la investigación, el dr. Gary Schwartz de la Universidad Estatal de Arizona. La anatomía del Paranthropus estaba menos adaptada para consumir y procesar alimentos duros, como resultado del cambio climático en la zona de Drimolen.

“El cráneo de Drimolen muestra muy claramente que estaba menos adaptado para comer estos desafiantes elementos del menú”, dijo Schwartz .

La investigación apunta que el espécimen descubierto en Drimolen se trata de un macho, mientras que anteriormente se había hallado en el mismo sitio una hembra de Paranthropus, pero más pequeña que los machos encontrados en el sitio cercano de Swartkrans. “Ahora parece que la diferencia entre los dos sitios no se puede explicar simplemente como diferencias entre hombres y mujeres, sino más bien como diferencias a nivel de población entre los sitios”, dijo el autor principal del estudio Jesse Martin, estudiante de doctorado en la Universidad La Trobe.

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