Los gatos son un misterio. Pero si hay algo que ha provocado tanta incertidumbre desde tiempos remotos es saber por qué demonios los mininos tiene esa peculiar facultad de caer de pie siempre, incluso desde grandes alturas y vivir para contarlo. ¿Acaso hicieron un pacto sobrenatural? No. La realidad es que los gatos cuentan con una estructura ósea que los convierte en excelentes acróbata, que comparten con buena parte de los felinos, aunque los expertos también explican que se trata de una habilidad evolutiva que les permitió desarrollar un agudo instinto de supervivencia al suelo.
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El secreto por los que los gatos siempre consiguen caer de pie, se encuentra en su espina dorsal ultra flexible y en sus hombros sin clavículas funcionales. Lo cual, les permite manipular a su antojo su “movimiento angular” cuando caen hacia un precipicio y comienzan a mover de manera simultánea y en diferentes direcciones la parte inferior y superior de su cuerpo. Esta muestra de destreza se le conoce como “reflejo de gato” y les permite girar su espalda durante un descenso sin requerir ningún punto apoyo más que su propio cuerpo.
Al parecer, este reflejo innato es adquirido por los gatos en sus primeras tres o cuatro semanas de vida y no lo perfecciona hasta las seis o siete semanas de haber nacido. Según los expertos, está habilidad también se debe esencialmente a que los felinos también son animales arbóreos como los monos o los reptiles ya que, cuando no viven en casas o en algunos callejones, se trepan en árboles. La evolución los ha preparado para caer.
¿Y cómo caen los gatos? La caída o reflejo de gato se compone de varias fases. El gato primero consigue determinar visualmente o por medio de su inusual aparato vestibular, el punto en donde caerá. Y acto seguido comenzará a torcer su cuerpo en direcciones opuestas sin cambiar su momento angular, a través de otra serie de pasos.
El gato retraerá sus patas delanteras y estirará las traseras y justo cuando inicie su rotación, actuará a la inversa, por lo que extenderá sus patas delanteras y encogerá las traseras. El acto de encoger sus patas delanteras y traseras hará que la rotación de ambas partes de su cuerpo suceda más rápido.Y finalmente, expandirá sus cuatro patas para frenar la caída y antes de impactar en el suelo relajará los músculos para amortiguar la caída.
Esta cronografía realizada por el fisiólogo Etienne-Jules Marey en 1894 muestra cómo actúa el reflejo de gato:
(Foto: Revista Nature)
La habilidad de los gatos para caer de pie también se debe a otras características que influyen reducir el daño, además de su estructura ósea, como su tamaño y su grueso pelaje que les ayuda a disminuir la velocidad a la que caen. Pero dependiendo de la altura de su caída, también resulta sorprendente cómo los gatos pueden cambiar la técnica de su aterrizaje: en modo paracaidista, estirando las patas por completo para caer sobre su vientre. Seguro sufrirá daños, pero hay una alta probabilidad de que sobreviva. En 1987, un estudio observó el caso de un gato que cayó de un piso 32 y solamente se astilló un colmillo y sufrió el colapso de un pulmón. 48 horas había sido dado de alta de la clínica que lo atendió.
¡Jeronimóooooooo!, dijo el gato.