Sí, lo que ven en la fotografía que se muestra en la portada de esta nota es un grano de arroz blanco, pero no está solo, viene acompañando a la computadora más pequeña del mundo. La computadora mide tan solo 0.3 mm de diámetro, con lo cual supera el récord que IBM estableció en marzo de este año con su computadora de 1 x 1 mm.
Desarrollada por la Universidad de Michigan, esta nueva computadora cuenta con memoria RAM, procesadores, transmisores y receptores inalámbricos que funcionan con luz, dado que son muy pequeños para tener antenas de radio. Una estación base proporciona luz para la potencia y la programación, y recibe los datos.
“Básicamente, tuvimos que inventar nuevas formas de abordar el diseño de circuitos con igual potencia, pero también tolerar la luz”, explicó David Blaauw, profesor de ingeniería eléctrica e informática que forma parte del proyecto. El investigador explicó que tuvieron que intercambiar diodos, que pueden actuar como pequeñas células solares, para condensadores conmutados.
La computadora fue diseñada como un sensor de temperatura de precisión, que convierte las temperaturas en intervalos de tiempo, definidos con pulsos electrónicos, aunque los desarrolladores afirman que el sistema es muy flexible, y podría ser reinventado para una variedad de propósitos.
“No estamos seguros de sí deberían llamarse computadoras o no. Es más una cuestión de opinión si tienen la funcionalidad mínima requerida”, señalo Blaauw, debido a que este microdispositivo pierde toda la programación y los datos anteriores tan pronto como se queda sin potencia.
La razón por la que los desarrolladores han escogido fabricar un regulador de temperatura y no otra cosa, es porque las mediciones de temperatura de precisión son necesarias en los hospitales de oncología. Los científicos quieren investigar la relación que hay entre la temperatura y los tumores. Algunos estudios sugieren que los tumores están más calientes que el tejido normal, pero los datos científicos sobre este punto no tienen la suficiente solidez.
“Dado que el sensor de temperatura es pequeño y biocompatible, podemos implantarlo en un ratón y las células cancerosas crecen a su alrededor”, dijo Luker. “Estamos utilizando este sensor de temperatura para investigar las variaciones en la temperatura dentro de un tumor en comparación con el tejido normal y si podemos usar los cambios de temperatura para determinar el éxito o el fracaso de la terapia”.
Finalmente, de acuerdo con sus creadores, la microcomputadora puede informar de temperaturas en regiones minúsculas con un error de aproximadamente 0.1 grados Celsius.