La fase europea del evento de balompié más importante del mundo robótico acaba de comenzar el día de ayer. Lamentablemente para todos los que quieren y aman el fútbol, como diría Ángel Fernández, la RoboCup de Europa sólo dura tres días.
El evento se creó con el objetivo de desarrollar un equipo de robots humanoides que puedan enfrentar y vencer a los mejores jugadores humanos de fútbol en el 2050, por ello cada año desde 1997 se han ido incorporando nuevas tecnologías que le ofrecer a las máquinas un toque cada vez más cercano a Cuauhtémoc Blanco, así como una inteligencia artificial que comienza a asemejarse a la del narigón Johan Cruyff. Está bien, tal vez exagero; aunque es probable que los robots ya estén listos para darle pelea al Atlante.
La división europea de la RoboCup se celebra actualmente en la ciudad de Magdeburgo, Alemania, y terminará el día de mañana. En este certamen los robots buscan emular las glorias de sus contrapartes humanas, dejando todo en cada batalla deportiva. Hasta el momento, el mejor partido fue el que enfrentó a Alemania e Inglaterra en un duelo en el que, como predijo la celebre frase de Gary Lineker, triunfó el conjunto teutón a pesar de los esfuerzos británicos.
En la RoboCup los participantes se dividen en dos grupos, los de profesionales y la copa juvenil; en la segunda participan estudiantes europeos que buscan calificar a la fase final del mundial que se llevará a cabo en Brasil, al mismo tiempo que la versión humana del Mundial. En ella los estudiantes de diferentes niveles educativos pretenden demostrar sus avanzados conocimientos en programación y robótica, así como divertirse con los partidos de fútbol. Es sintomático que en los enfrentamientos ya se han llegado a ver muchas jugada que son, proporcionalmente, similares a las que se ven en un partido normal: como espectaculares y precisos dribles, que pretenden repetir la ruleta marsellesa de Zidane, y trampas descaradas, similares a los clavados de Neymar.
Todos los jugadores de fútbol que manejan los jóvenes estudiantes pertenecen al modelos Nao, creados por la firma francesa Aldebaran Robotics. En los partidos, los robots deben actuar de manera autónoma y no pueden recibir ayuda de sus Directores Técnicos, lo cual transforma a los normalmente tranquilos programadores en manojos de nervios, que les gritan instrucciones a los armatostes,transformándose en émulos del Piojo Herrera.
“Cerca la bala” (foto: Horia Pernea)
En el evento de Alemania están participando 12 países (Suiza, Alemania, Irlanda, Inglaterra, Austria, Estados Unidos, Holanda, Portugal, Francia, Rusia, Corea del Sur e Irán,) en modalidades que van más allá del fútbol, debido a que también existe una competencia para robots porristas-bailarines.
Actualmente, varios equipos de programadores mexicanos buscan calificar al mundial de Brasil, por lo que no dudamos que seamos dignamente representados por alguna institución educativa en el importante certamen.
*Foto de portada: Horia Pernea