La compañía de transporte privado declaró esta mañana que planea dejar Dinamarca el próximo 18 de abril. ¿Las razones? Lo de siempre. Desde que la compañía llegó en 2014 al país de Hamlet, se ha enfrentado a problemas similares a los que ha visto en otros países: sindicatos de taxistas, empresas y políticos que se quejan. La diferencia es en territorio danés se presentó una nueva ley ante el Parlamento, que establece nuevos requerimientos para los conductores, como las mediciones de las tarifas de forma obligatoria.
La respuesta de Uber es más una advertencia al gobierno de Dinamarca que otra cosa, pues aseguran que si la iniciativa de ley no se aprueba, la compañía fundada por Travis Kalanick se queda. Al menos así lo aseguró Kristian Agerbo, portavoz nórdico de Uber.
“…esto no es necesariamente una despedida a Dinamarca. Este es un mensaje a los políticos y a otros acerca de que esta legislación nos va a afectar en gran medida y que no se puede aceptar en su forma actual.”
De acuerdo con Uber, la compañía actualmente cuenta con cerca de 200 mil conductores y 300 mil usuarios daneses, esto significaría que en el país de Lars Von Trier se perderían la respectiva cantidad de empleos.
Lo cierto es que el camino para Uber nunca ha sido fácil, y hoy más que nunca parece que el servicio de transporte privado está atorado en un bache.
