Por primera ocasión en la historia se llevará a cabo una competencia internacional de ajedrez avalada por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés) en Arabia Saudita. Sin embargo, la organización del evento está resultado enormemente complicada. El torneo Rey Salmán de partidas rápidas y relámpago inicia hoy mismo y se prolongará hasta el 30 de diciembre, pero desde antes de iniciar se ha visto envuelto en una serie de polémicas por problemas culturales y políticos.
El más grave desaire para el torneo –y también el más mediático– ocurrió este fin de semana, cuando Anna Muzychuk, la actual campeona mundial de ajedrez, anunció desde su cuenta personal en Facebook que no participará en la competencia. Con esta decisión, Muzychuk pierde en automático los dos títulos que la avalan como la campeona indiscutible del momento. Así explicó su postura la hasta ahora campeona mundial de ajedrez:
“En unos días voy a perder dos títulos de campeona del mundo, uno por uno. Sólo porque decidí no ir a Arabia Saudita. Todo por decidir no jugar bajo las reglas de los otros, por no querer usar abaya, ni ser acompañada en todo momento por un hombre y, en resumen, para no querer sentirme una criatura de segunda clase. Hace exactamente un año gané estos dos títulos y era la persona más feliz del mundo del ajedrez, pero esta vez me siento muy mal. Estoy dispuesta a apoyar mis principios y evitar el evento, donde en cinco días esperaba ganar más de lo que gano en una docena de competencias juntas. Todo esto es muy molesto, pero lo más molesto es que casi a nadie le importa. Ese es un sentimiento realmente amargo, y el dinero no es algo suficiente para cambiar mi opinión y mis principios. Lo mismo va para mi hermana Mariya –y estoy realmente feliz de que compartimos este punto de vista. Y sí, para esos pocos que se preocupan: ¡pronto vamos a estar de vuelta!”.
Tal como comenta Muzychuc, las competidoras que asistan a Arabia Saudita tienen por obligación llevar un vestido simple y suelto conocido como abaya, además de estar acompañadas por un hombre cuando salgan a la calle. La campeona ucraniana explicó que su decisión de evitar el torneo Rey Salmán, responde a que la anterior competencia internacional se llevó a cabo en Irán, donde obligaron a las participantes a portar hiyab: un velo que cubre la cabeza de las mujeres del mundo árabe. En esa ocasión Nazí Paikidze-Barnes, la campeona de ajedrez de Estados Unidos, fue la que se negó a participar en un país que “oprime a la mujer”.
Por si fuera poco, la Federación Israelí de Ajedrez anunció que demandará a la FIDE luego de que les negaron la visa para ingresar a Arabia Saudita a siete jugadores israelíes –cinco hombres y dos mujeres– , lo que va en contra con uno de las reglas de la Federación, que establece que un país no puede privar a jugadores de participar en una competición, sea cual sea su nacionalidad. Hasta la semana pasada Arabia Saudita había rechazado tramitar visas a los jugadores de Irán, Qatar e Israel, países con los que Arabia tiene problemas diplomáticos. Pero, después de una negociación, cedieron en entregar los permisos únicamente a las delegaciones de Irán y Qatar.
La Federación Israelí de Ajedrez pide una compensación económica de la FIDE para los siete jugadores, además de exigirle a la Federación que impida este tipo de comportamientos en el futuro asegurándose de que “cada país organizador de un torneo internacional, incluso los países árabes, se comprometa a recibir a los jugadores israelíes”.