Uno de los más grande “qué hubiera pasado si” en la historia del cine es que Jean-Claude Van Damme fue casi el Predator en el clásico de terror de 1987 de John McTiernan. De hecho, él iba a encarnar a la criatura alienígena antes de salir del proyecto por unas razones que ahora conocemos.
Si bien todos los involucrados tienen su versión de la historia desde que fue porque quería que lo despidieran sintiendo que estaba a punto de convertirse en una estrella o porque su agenda le impedía seguir participando, Van Damme ofrece su verdad en una nueva y divertida entrevista con The Hollywood Reporter. ¿Cuál fue la razón de su renuncia? Su salud estaba constantemente en peligro.
“Vine al estudio, me hicieron correr y salté, y me dijeron: ‘Este tipo puede saltar muy alto, así que sí, está dentro'”, dijo Van Damme acerca de como se quedó con el papel de Predator.
Sin embargo, dentro del traje tenía problemas para respirar. Se estaba sobrecalentando. Y ese fue solo el comienzo de sus problemas.
“Voy a este lugar y me ponen en palos y bosques y comienzan a derretirme todo el yeso y está hirviendo. Me gusta respirar, ¿sabes? Tienen que hacer mi cabeza y todo eso.”
(Fox)
“Tengo a mi amigo a mi lado y le dije: ‘Hombre, no lo voy a lograr'”, continúa. “Me pusieron en la boca un tubo, y en ese momento yo solo era un hombre de pie. Estuve cubierto en ese yeso durante al menos 20 minutos “. Ellos le dijeron:” Si sientes que no puedes respirar, haz así con tu dedo [gestos con su dedo] y te lo quitaré.” Querían que aguantara cinco minutos más, pero no pudo.
El traje final vio a Van Damme de pie sobre pilotes, explica. El traje también redujo su movilidad tanto que sintió que los trucos que la producción le exigía serían demasiado peligrosos.
“Mis pies estaban en estos moldes. Cuando Joel (Silver) me pidió que saltara, sabía que iba a ser malo. Yo dije: ‘Esto es imposible, Joel. Creo que vamos a tener un problema “. Luego me reemplazó”, recuerda el actor de 58 años. “El tipo que hizo mis acrobacias, algo malo le sucedió y luego hicieron el atuendo más seguro”.
“Estoy feliz de haber escuchado mi intuición”.