Luc Besson es uno de los directores contemporáneos más reconocidos de las últimas décadas. Y no es para menos: él es responsable de clásicos de la talla de Nikita, El perfecto asesino, o El quinto Elemento. Aunque su versión de Valerian no triunfó, le sirvió para comenzar a negociar un enorme acuerdo financiero con Netflix, que está a nada de comprar EuropaCorp, la productora francesa de cine independiente que dirige Besson.
Pero la carrera de Besson podría verse manchada con una acusación presentada ante las autoridades francesas el viernes pasado. De acuerdo con Variety, una joven actriz –quien pidió no ser identificada– que había trabajado con Besson en dos películas recientes, sufrió un ataque sexual por parte del director el pasado 10 de mayo durante una reunión de trabajo.
La actriz relató que sufrió “un ataque sexual violento” ese día en el Bristol Hotel de París, situado en uno de los barrios más exclusivos de la capital francesa. Según contó la mujer, después de tomar una taza de té empezó a sentirse mal “al punto de perder la conciencia”. Cuando recuperó la conciencia, se dio cuenta de que había sido penetrada sexualmente, Besson ya no estaba en la habitación, pero sí un fajo de billetes.
Los abogados de Luc Besson ya respondieron a las acusaciones, indicando que todo es falso, afirmando que su cliente “niega categóricamente todas las acusaciones que se hicieron en su contra”.
