Es la primera vez que se registran tantos animales muertos por la caída de un rayo.
La fotografía que encabeza esta nota muestra parte del desolador paisaje que se vio este fin de semana al sur de Noruega, luego de que la caída de un rayo dejara muertos a 323 renos salvajes (de los cuales 70 eran crías). Los animales se encontraban en la meseta de Hardangervidda, cuando una tormenta eléctrica azotó la zona.
Aunque las autoridades locales todavía están investigando las causas de este inusual suceso, se especula que la electricidad del rayo se extendió por la superficie congelada de la tundra noruega, provocando casi al instante la muerte de los renos. Y es que al estar concentrados en un espacio limitado, la descarga terminó con la vida de este enorme grupo de renos.
Se estima el parque nacional de Hardangervidda es hogar de unos 10,000 renos salvajes, aunque esta es la primera vez que se ve algo parecido a una escala tan grande. Hasta lo sucedido en Noruega, el mayor número de animales muertos por un mismo rayo se registró en Australia durante 2005 con 68 vacas.
A veces hace falta que un rayo caiga dos veces en el mismo lugar.