La teoría de la relatividad de Albert Einstein predijo que si un cuerpo de gran masa orbitaba en torno a otro cuerpo de mayor magnitud, la forma descrita por su recorrido sería una elipse no estática, sino dinámica. El resultado: la órbita formaría una especie de rehílete conforme avanzara. Aunque ya se había confirmado esta teoría observando el trayecto de Mercurio en torno al Sol, astrónomos descubrieron que una estrella que gira en torno a un hoyo negro también dibuja la misma forma en su paso por la galaxia.
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La estrella S2 se encuentra en el centro de la Vía Láctea orbitando en torno al masivo agujero de gusano Sagittarius A*. Por tratarse de un raro conjunto, los científicos del Instituto Max Planck lo han mantenido bajo observación los últimos 27 años, durante los cuales han tratado de reconstruir la forma que tiene su órbita. Recientemente pudieron completar su trabajo, y confirmaron que la estrella describe una flor. Así se vería:
Este descubrimiento es una prueba más de que Einstein estaba en lo correcto, y que la teoría de la relatividad general tiene un alcance mayor del que se creía.
“Este famoso efecto (primero observado en la órbita del planeta Mercurio en torno al Sol) fue la primera evidencia en favor de la relatividad general. Cien años después detectamos el mismo efecto en el movimiento de una estrella que orbita el centro de radio compacto de Sagittarius A* en el centro de la Vía Láctea”, comentó Reinhard Genzel, director del Instituto Max Planck.
Además este descubrimiento arroja luz sobre la naturaleza de los cuerpos que generan esta particular órbita. Por ejemplo, se estima que Sagittarius A* “debe ser un hoyo negro supermasivo de 4 millones de veces la masa del Sol”, explicó Genzel.