Desde 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) crea un listado de enfermedades infecciosas con la finalidad de decidir las prioridades de los planes de investigación y desarrollo en materia de salud pública. En su reporte de 2017, la organización incluyó una enfermedad “X” con la intención de sensibilizar a los estados miembros sobre la necesidad de estar preparados ante una posible emergencia causada por un patógeno desconocido.
Según la OMS, esta enfermedad “X” representaría la posible existencia de una epidemia internacional grave que sería provocada por un nuevo patógeno. En otras palabras, esta enfermedad no existe, pero la organización lo está incluyendo en el listado para que las naciones tomen las medidas pertinentes ante cualquier posible amenaza de esta índole.
Según dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dentro del marco del The World Government Summit que lleva a cabo en Dubai:
“Una epidemia devastadora puede comenzar en cualquier país y en cualquier momento, y matar a millones de personas, porque no estamos preparados, porque aún somos vulnerables”.
De acuerdo con el listado de 2017, es necesario acelerar la investigación de nuevas vacunas o medicamentos para varias enfermedades, como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el virus del Ébola, la enfermedad de Marburgo, la fiebre de Lassa, el coronavirus del síndrome resperitario del Medio Oriente, el síndrome respiratorio agudo severo, el Nipah y enfermedades henipavirales, la fiebre del Valle del Rift y el virus del Zika.
La OMS decidió dejar fuera de su listado al denge, la fiebre amarilla, el VIH, la tuberculosis, la malaria, la gripe, el cólera, la viruela, el virus del Nilo Occidental, la peste y la leishmaniasis. Según la organización, si bien estas enfermedades representan un reto para su erradicación, existen muchas investigaciones e iniciativas para combatirlas.
Así que no, no hay un nuevo y peligrosísimo virus rondando por ahí, pero podría existir y lo mejor sería estar preparados para afrontarlo.
