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Nueva crisis nuclear en Fukushima: más grave de lo que imaginábamos

Han pasado dos años desde que un tsunami provocara la emergencia nuclear más grave desde Chernobyl en las costas de Japón. Después de todo este tiempo, la crisis en Fukushima...

Han pasado dos años desde que un tsunami provocara la emergencia nuclear más grave desde Chernobyl en las costas de Japón. Después de todo este tiempo, la crisis en Fukushima está lejos de terminar. La Tokyo Electric Power (Tepco) aceptó este martes que más de 300 toneladas de agua radioactiva se filtraron desde los tanques de contención. Para el gobierno japonés, se trata de un evento de nivel 3 en escala Ines (recordemos que los de Fukushima y Chernobyl fueron nivel 7).

Recientemente, Tepco sugirió al gobierno la curiosa medida de construir un muro de hielo para contener al agua contaminada. Al parecer, la medida fue propuesta por el peligro de una crisis nuclear de proporciones alarmantes. Y es que lo que la empresa admite es apenas un pálido reflejo de lo que ocurre en realidad.

El agua contaminada emite 100 milisieverts por hora (unidades que miden la dosis de radiación absorbida por la materia viva). Para darnos una idea del problema debemos saber que 100 milisieverts es la cantidad máxima que un trabajador de la industria podría recibir en cinco años. En pocas palabras, el agua contiene un nivel de contaminación que iguala la radiación que una persona podría recibir en cinco años ¡en tan sólo una hora!

Esta contaminación se produjo porque el tsunami de 2011 afectó a los sistemas de refrigeración del reactor. Desde entonces, Tepco ha intentado enfriarlo con agua. Sin embargo, el agua residual no puede ser soltada sin más, por ello han construido una serie de tanques de contención que se suponen deben almacenar el líquido contaminado con radiación.

Tepco ha declarado que las filtraciones han alcanzado un nivel crítico y que no han sido capaces de evitar que esa agua llegue al Pacífico. Pero, según un experto de la BBC, no debemos confiar en las declaraciones de la empresa, dada la “creciente evidencia de incompetencia, baja moral y mala gestión” de Tepco.

Los expertos no ven para nada un panorama alentador. Mycle Schneider, consultor nuclear independiente, declaró a la BBC:

“Lo peor es la filtración de agua de todos lados, no solo de los tanques. Se está filtrando desde los sótanos, por las grietas que hay por todos lados. Nadie puede medir eso”

“Es mucho peor de lo que quieren hacernos creer”

“A los japoneses les cuesta pedir ayuda. Es un error, la necesitan desesperadamente”

Por su parte, Ken Buessler, experto de la Institución Oceanográfica Woods Hole, consideró que:

“Está muy lejos de haber terminado. Chernobyl fue un evento explosivo que duró una semana, pero nada como este potencial peligro directo al océano”

“Venimos diciendo desde 2011 que el lugar de los reactores aún está filtrando, ya sea desde los edificios y el agua subterránea o estas nuevas fugas desde los tanques. Realmente no hay forma de contener esa cantidad de agua radiactiva”

“Una vez que llega a las corrientes de agua subterránea, como un río que fluye hacia el mar, no se puede detener su flujo. Se puede bombear agua hacia afuera, ¿pero cuántos tanques se pueden seguir instalando en el lugar?”

En pocas palabras, Tepco y el gobierno japonés deben tomar medidas de inmediato, no sólo por su propia seguridad, sino también por la de muchos países circundantes. La contaminación radioactiva de los océanos puede tener consecuencias incalculables a mediano y largo plazo. Lo que ocurrió en 2011 sin duda fue un evento desafortunado, pero no se puede permitir que los malos manejos empresariales dejen crecer un desastre ya de por sí alarmante.

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