Todos sabemos que la adicción al trabajo no puede ser sana, pero no siempre sabemos bien a bien por qué. Sarah Asebedo de la Kansas State University indagó sobre estas razones en un reciente estudio. Ella concluye que la degradación mental y física se debe a los malos hábitos alimenticios y la depresión que provoca ser un workaholic.
Antes que nada debemos preguntarnos, ¿qué hace que una persona se haga adicta al trabajo? Puede haber múltiples razones, pero Asebedo suscribe la opinión de la “Teoría de la distribución del tiempo”, de Gary S. Becker. A partir de eso, considera que en la medida que las personas ganan más dinero dentro de su trabajo, empiezan a sentirse ansiosos cuando invierten horas de su vida que no representan una ganancia monetaria.
En otras palabras, mientras alguien se encuentra trabajando, cada hora implica una ganancia específica. En el momento en que esa persona deja de trabajar, sus horas ya no tienen un valor monetario. Cuando alguien se hace adicto al trabajo, siente que sus horas libres son dinero tirado a la basura, como si desperdiciaran las ganancias que podrían obtener en ese tiempo.
De tal manera que los workaholics o adictos al trabajo son personas que suelen ver en su tiempo un valor monetario. No se trata de la única razón, sino de una explicación posible que nos ayuda a acercarnos a este fenómeno.
Según los parámetros de la investigación de Sarah Asebedo, un adicto al trabajo es aquel que labora más de 50 horas a la semana. Estas personas:
“Son más propensas a mermar su bienestar físico, en la medida en que se saltan comidas. Además, encontramos que la adicción al trabajo está asociada a una reducción del bienestar mental, dado el nivel de depresión que los mismos sujetos admiten tener”
En suma, la disminución del bienestar físico y mental puede ser la causa de múltiples afecciones físicas como la anemia, la gastritis, la obesidad, etc.; o mentales, como la depresión crónica. La obsesión de ganar dinero se vuelve progresiva, pues entre más ganancias se obtengan por una hora de trabajo, más se crea la sensación de que descansar es una pérdida de dinero.
“En ocasiones encontramos que a los adictos al trabajo ni siquiera les gusta lo que están haciendo y quisieran cambiarlo; pero desde el punto de vista financiero, les parece imposible lograrlo”
El aspecto económico de la adicción al trabajo es un elemento importante que lleva a las personas a enfrascarse en un círculo vicioso. Eventualmente, esto puede llevar a la gente a una disminución grave de sus condiciones físicas y mentales.