La sabiduría popular atinó cuando decía: feo, fuerte y formal.
Hasta ahora se pensaba que en el mundo animal, ante dos prospectos, las hembras siempre tendían a elegir como pareja de apareamiento al macho más atractivo. Sin embargo, un nuevo estudio científico comprobó que no siempre ocurre esto.
La investigación de los ecólogos Amanda M. Lea y Michael J. Ryan se realizó analizando el comportamiento de 80 hembras de ranas túngaras (Engystomops pustulosus), las cuales demostraron ser vulnerables al “efecto señuelo”, es decir, si en medio de la decisión de tener que elegir a un par de machos se introduce un tercer actor, la hembra terminó escogiendo a este último, dejando de lado a las dos opciones previas, incluso cuando éstas eran más atractivas.
Las ranas túngaras macho atraen a las hembras con su canto de apareamiento, siendo más atractivos si consiguen realizar un canto de baja frecuencia y larga duración.
Las ranas túngaras hembras caen en el garlito del macho feo
De acuerdo con el resultado de la investigación, la decisión de la hembra se modifica por el factor incertidumbre, que la obliga a escoger con rapidez una pareja, debido a que su instinto le lleva a pensar que se encuentra en riesgo de perder las opciones de apareamiento. Otro factor para tomar con rapidez la decisión es que la hembra siente que está perdiendo mucho tiempo eligiendo y su instinto la lleva a sentirse insegura, y en peligro de convertirse en una presa fácil para los depredadores.
“Esta es la primera vez que hemos encontrado evidencia de una conducta de apareamiento irracional. Si las ranas no están tomando decisiones racionales, este tipo de modelos no se sostienen”, señaló Amanda M. Lea.
Los especialistas sostienen que los resultados del estudio ponen en duda los modelos de elección racional que han servido de base a las teorías de la selección sexual desde hace años. De comprobarse la investigación de los ecólogos, se demostraría que la irracionalidad tiene mayor importancia en el apareamiento de lo que pensamos.