El doodle que aparece hoy en la página de Google es un merecido homenaje a Emmy Noether para celebrar el 133 aniversario de su nacimiento. A pesar de que la matemática no es un personaje conocido ampliamente, su trabajo ayudó a mejorar la manera en que hoy entendemos el álgebra. Aún cuando en la época en que a Norther le tocó comenzar su carrera como académica, las mujeres no podían dar clases en las universidades, ella lo logró, consiguiendo el reconocimiento de sus pares como una de las más importantes físico-matemáticas de su tiempo. Incluso el mismísimo Albert Einstein llegó a referirse a ella como la “genio creativa de las matemáticas más significativa desde que comenzó la educación superior para las mujeres”.
Noether, de origen judío, nació en Erlangen, un pequeño pueblo de Alemania el 23 de marzo de 1882. Desde pequeña estuvo en contacto con los números, debido a que su padre, Max Noether, era profesor de matemáticas en la Universidad de Erlangen-Núremberg, donde ella se matriculó gracias a los conocimientos que adquirió al asistir como oyente a las clases de su padre. Al terminar su carrera en 1907 trabajó en el Instituto Matemático de Erlangen durante siete años sin recibir un sueldo, por las prohibiciones de la época.
Posteriormente, debido a sus conocimientos, fue invitada por académicos a impartir clases en la Universidad de Gotinga, una de las más importantes instituciones dedicadas al estudio de las matemáticas. Sin embargo, la junta de gobierno de la universidad se negó a concederle una cátedra, por los prejuicios de la época. Emmy Noether comenzó a impartir clases en la institución en 1915, acreditada sólo como asistente de profesor, aunque en realidad era la titular de la clase. Cuatro años después la universidad finalmente la reconoció como académica.
Noether consiguió revolucionar el campo de las matemáticas con teorías sobre anillos, cuerpos y álgebra. También el de la física, con el teorema que lleva su nombre y que relaciona dos ideas básicas: la invariancia de la forma que una ley física toma con respecto a cualquier tranformación y la ley de conservación de una magnitud física. Un teorema que se suele formular como “a cada simetría le corresponde una ley de conservación, y viceversa”.
A principios de los años treinta, ya con un gran reconocimiento en el mundo de la física y las matemáticas, el gobierno nazi de Alemania le prohibió, junto a todos los judíos que ocupaban puestos en las universidades, seguir dando clases, por lo que Noether tuvo que emigrar a Estados Unidos para ocupar una plaza en el Bryn Mawr College de Pensilvania. En 1935 sufrió una operación de quiste ovárico de la que no se recuperó, por lo que falleció a la edad de 53 años.