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Hugh Herr: el hombre detrás de las piernas biónicas más avanzadas del mundo

El invierno de 1982, Hugh Herr de 17 años de edad y un amigo decidieron escalar el Monte Washington pese a la advertencia de que una tormenta se acercaba, Herr...

El invierno de 1982, Hugh Herr de 17 años de edad y un amigo decidieron escalar el Monte Washington pese a la advertencia de que una tormenta se acercaba, Herr nunca se imaginó la tragedia que le esperaba, ni cómo esta cambiaría la vida de cientos de personas.

Desafortunadamente, Herr y su amigo quedaron atrapados en la montaña, y fueron rescatados después de 4 días en la nieve, los pies de Herr quedaron congelados y tuvieron que amputarle ambas piernas a la altura de las rodillas.

Cuando utilizó su primer par de prótesis, sintió que eran rígidas, incómodas, e incluso dolorosas, características que compartían la gran mayoría de las prótesis existentes. Desde ese momento, decidió que debía ser él quien diseñara y desarrollar aparatos a la altura de las necesidades del mundo real.

Con esa ambición en mente, estudió ingeniería mecánica en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), biofísica en la Universidad de Harvard y dedicó su vida profesional al desarrollo de “BiOM”.

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Las BiOM fueron desarrolladas en el MIT por un equipo liderado por el Dr. Hugh Herr y se le otorgó una licencia de producción y comercialización a la empresa iWalk en 2007. A diferencia de otros modelos, las prótesis cuentan con 12 sensores y 3 microprocesadores capaces de monitorear y  medir el nivel de exigencia del ambiente y ajustarse automáticamente para dar un alto rendimiento.

Para la calibración de sus componentes se hizo exhaustivo estudio de cómo funcionan los músculos humanos, que distribuyen la energía dependiendo del esfuerzo necesario para moverse. Es por ello que estas piernas biónicas pueden distribuir el peso y  responder inteligentemente de una manera natural, para que sus usuarios puedan caminar, correr, saltar y hasta escalar.

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Están hechas de carbón, silicona, titanio y aluminio, además cuentan con su propia fuente de poder recargable que da una autonomía de alrededor de 6 horas.

Aunque este modelo ya se comercializa, y hasta el momento ha tenido muy buenas críticas por parte de sus usuarios, para el Dr. Herr, este es sólo el principio, ya que planea poder integrar estas prótesis al cuerpo humano para que en lugar de sensores y procesadores, sea el cerebro humano quien controle el funcionamiento de estos dispositivos.

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