WeChat, la app de mensajería y pago de servicios china, tuvo que haber sido bloqueda de las tiendas de apps de Estados Unidos el pasado domingo, pero no fue así. La jueza estadounidense Laurel Beeler consideró que la orden ejecutiva, hecha por Donald Trump, era contraria a la primera enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de expresión, así que la bloqueó.
“Pese a que hay una considerable cantidad de evidencia sobre las amenazas a la seguridad nacional procedentes de China, las evidencias específicas sobre WeChat son modestas”, explicó la jueza Beeler.
El gobierno de Donald Trump argumentó que el veto contra WeChat (y TikTok) se debe a que “el Partido Comunista de China ha demostrado que tiene los medios y la intención de utilizar estas aplicaciones para amenazar la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos”. El gobierno asegura que WeChat recopila gran cantidad de información sobre sus usuarios, incluyendo su actividad en redes, su ubicación así como el historial de navegación y de búsqueda.
El departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó que no se bloqueara la orden pues “frustraría y desplazaría la decisión del presidente sobre cuál es la mejor manera de hacer frente a las amenazas a la seguridad nacional.
Mientras esta orden salva a WeChat de ser vetada de Estados Unidos, TikTok se encuentra en pláticas con Oracle y Walmart para que se le permita seguir operando en Estados Unidos. ByteDance, dueña de Tik Tok, tiene hasta el próximo 12 de noviembre para convertirse en una empresa estadounidense, de no hacerlo dejará de operar en ese país.
