Un antivirus es una herramienta crucial y necesaria para nuestra vida digital. Estos programas sirven para protegernos de las amenazas de ciberseguridad y te vamos a explicar cómo funciona y qué es exactamente, porque han evolucionado mucho en los últimos años.
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Qué es un antivirus
Un antivirus es un software dedicado y especializado al análisis, gestión y eliminación de malware. Estos se encargan de proteger a los usuarios y los equipos de las amenazas de ciberseguridad que puedan afectar y de las que puedan ser objetivo a través de archivos o de redes a las que estén conectadas.
Este tipo de programas computacionales se encargan de la mayor parte de la seguridad de un sistema informático una vez que están comprometidos, por lo que no eliminan jamás el riesgo, ni pueden hacer el trabajo del usuario en cuidar y mantener a salvo su sistema al ingresar archivos dudosos e infectados, o conectarse a redes que no sean seguras.
Cómo funciona un antivirus
Aunque los antivirus, en su origen, solo se encargaban de enfrentar a los virus informáticos, estos han expandido sus funciones y evolucionado, para poder detectar una mayor cantidad de amenazas informáticas, ya sean basadas en código o en las conductas del usuario.
Estos ya no solo interceptan líneas de código malicioso que infecta el sistema, sino que también analizan las fuentes de entrada, así como las redes, de nuestro sistema para interceptar todas las posibles amenazas incluso antes de que puedan estar comprometiendo de manera inminente un archivo o todo nuestro sistema en sí.
La forma en que hacen esto es a través de tres principales tareas:
Análisis
El antivirus compara los archivos y las líneas de código de nuestra computadora con la base de datos de malware, virus y demás amenazas de ciberseguridad para actuar de manera inmediata si es que encuentra alguna.
Monitoreo
Mientras el sistema está en uso, el antivirus comienza el monitoreo de los archivos y programas en uso para garantizar que no existan amenazas que hayan podido filtrarse u ocultarse a través de otros medios. Esta protección sucede en tiempo real mientras el usuario está realizando tareas.
Inspección
Después de los dos primeros filtros, el antivirus continúa con una inspección periódica de todos los archivos y componentes del sistema en búsqueda de residuos o nuevas fuentes de malware que puedan haberse quedado ocultas o que hayan ingresado por medios más discretos.
Imagen: Ona Systems
Una vez que el antivirus haya realizado alguna de estas tres tareas, en caso de que encuentre una amenaza, procede a realizar acciones activas en contra de los archivos o el código malicioso. Esto lo hace también a través de formas muy concretas de actuar, que son las siguientes:
Reparación
El antivirus intenta reparar el archivo dañado quitando el pedazo de código que lo está infectando. Con esto, se entiende que el sistema fue comprometido con un virus que se replica y/o se mueve a través de nuestra propia información. En estos casos, el software de protección ataca solamente al virus.
Cuarentena
En casi de que la amenaza esté directamente identificada en un archivo concreto, el antivirus aislará a este mismo y hará inaccesible cualquier recurso del sistema para este. Sucede en casos en el que el virus no está plenamente identificado, por lo que aislarlo es una buena forma de impedir que afecte al usuario antes de poder eliminarlo o repararlo.
Eliminación
Si un virus afectó de manera eficiente algún archivo, el antivirus procederá a la eliminación de estos mismos. Si esto sucede, se nos preguntará si podemos hacerlo a través de un aviso. Esta medida es la más agresiva, pues implica sacrificar recursos propios para deshacerse de una amenaza.
Análisis
Existen virus que se infiltran de manera silenciosa y en estos casos, si es que es un virus inteligente y bien desarrollado, el antivirus lo dejará pasar para que comience a actuar. Después analizará su conducta, agregando esto a la base de datos general del software, y después atacándolo para que no infecte ni afecte al usuario o su información.
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