Después de todo, el príncipe heredero de Samsung, Lee Jae-yong, regresará pronto a su mazmorra en Seúl con nada más que divertirse que con una pantalla LG.
La historia de Jay Y ft. sobornos y corrupción, que incluyen compras ilícitas de caballos, dedicados a la entonces presidenta de Corea, Park Geun-hye, para así asegurar su apoyo dentro de uno de los chaebols más importantes del país, se remonta al año 2017.
En 2017, Lee Jae-yong fue condenado a cinco años de prisión. Durante un año fue encarcelado hasta que en 2018 su condena original se redujo hasta la mitad y fue suspendida. Salió en libertad. Pero en 2019, la Corte Suprema de Seúl ordenó un nuevo juicio con un resultado nada favorable para Jay Y, que ahora deberá volver a la cárcel durante al menos 30 meses. Y lo empeora el contexto global de incertidumbre que podría golpear aún más fuerte a una de las empresas más importantes al interior de la economía coreana.
Tras la muerte de su padre, Lee Kun-hee, en octubre pasado se esperaba que Jay Y tomara posesión de la presidencia de Samsung, pero ahora el liderazgo de la compañía se encuentra en el limbo. De acuerdo con Bloomberg, el ascenso de Lee a la presidencia de Samsung podría retrasarse hasta que quede en libertad.
Desde que el abuelo de Jay Y, Lee Byung-Chul, fundó Samsung se había mantenido la tradición de que el cargo fuera heredado al hijo tras la muerte del padre. Pero al parecer Lee Jae-yong dará revés a este antigua tradición de la compañía.
***
Acá está nuestra reseña del Samsung Galaxy Note20 Ultra, una bestia imparable