Publicado por primera ocasión dentro del cómic Albedo Anthropomorphics 2, junto con otras historias protagonizadas por animales antropomórficos, con fecha de portada de noviembre de 1984, pero puesto a la venta en octubre de ese mismo año, el conejo samurái celebra tres décadas de vida.
La mayoría de las niños de los noventa conocimos a Usagi Yojimbo en la caricatura de finales de los ochenta y principios de los noventa de las Tortugas Ninja, debido a que en ese momento la editorial Mirage, propiedad de los creadores de los quelonios artemarcialistas -Kevin Eastman y Peter Laird-, publicaba las aventuras del conejo japonés, sin embargo la historia del personaje es sumamente más rica en matices de lo que en ese momento se podía ver en la pantalla de televisión o en el muñeco que sacaron a la venta, que ostentaba un diseño con la misma mueca siniestra de todas las figuras de esa linea de juguetes. Y, a pesar de que nació como un personaje secundario de una historia previa de su creador, se ha terminado convirtiendo en uno de los iconos de los cómics norteamericanos de los últimos años.
El padre del personaje, Stan Sakai, cuenta en las aventuras de Yojimbo la historia de Japón durante el periodo del Shogunato Tokugawa, una de las épocas más violentas de la historia del país del Sol Naciente, envuelto en guerras internas que lo acercaban a una guerra civil permanente. En los cómics de Sakai vemos la evolución del conejo Miyamoto Yojimbo, un Ronin -es decir un samurái que ha perdido a su amo-, que deambula por diversos puntos de Japón intentando encontrar su lugar en el mundo, además de ir perfeccionado el “camino del samurái”.
“Usagi Yojimbo es una obra de las que perduran”, escribió Will Eisner, autor de The Spirit, en la introducción de un recopilatorio de las aventuras de Yojimbo.

El arte de Sakai es lineal y limpio, pero lleno de detalles
El personaje de Miyamoto Yojimbo -Usagi es conejo en japonés- está basado en Miyamoto Musahi, el samurái más famoso en la historia de Japón, quien vivió entre el siglo XVI y el XVII, celebre por derrotar a cientos de enemigos en combate, además de ser un perfecto guerrero desde que era un adolescente, derrotando a guerreros mucho más grandes, fuertes y maduros desde los 13 años. Musahi pasó gran parte de su vida vagando por Japón intentando perfeccionar su técnica de combate hasta asentarse a los 50 años, cuando consideró que ya no podía aprender más. La actitud de este samurái ha servido como base para muchos personajes de la ficción de Japón, como Ryu de Street Fighter, quien vaga por el mundo buscando guerreros más fuertes a los que combatir. Sakai también utiliza elementos de las películas de Akira Kurosawa en varias de las historias de Usagi Yojimbo, incluso el apellido del personaje fue tomado de la película homónima del cineasta japones.
El cómic de Sakai ha ido saltando de editorial en editorial convirtiéndose en una publicación de culto, la cual ha recibido diversos premios -incluyendo el Eisner-, además de la aprobación de la crítica por sus guiones, en los que la integridad y el honor son elementos recurrentes, y su dibujo sencillo pero lleno de matices.
“Aun no entiendo porque le gustan mis historias a la gente. Yo creo mis guiones pensando en una sola persona, yo mismo. Estas son el tipo de historias que me gustaría leer a mi y estoy agradecido de que haya tantas personas que se sientan conectadas con ellas”, dijo Sakai a Boing Boing.
A principios de este año se difundió la noticia de que Sharon Sakai, la esposa de Stan, estaba gravemente enferma de un tumor encefálico inoperable. Debido a que la cobertura del seguro médico del artista no contempla este tipo de enfermedades, Sakai se encuentra en graves aprietos financieros.
Para intentar ayudar al autor de uno de los cómics norteamericanos más reconocidos en los últimos años, así como celebrar el aniversario de su personaje, muchos de los dibujantes más importantes de la industria -como Arthur Adams, Michael Allred, Sergio Aragonés, Howard Chaykin, Richard Corben, Dave Gibbons, Matt Groening, Adam Hughes, Mike Mignola, Bill Morrison, Tim Sale, Walter Simonson, Jeff Smith, entre otros- apoyaron a Sakai con ilustraciones para el libro The Sakai Project: Artists Celebrate Thirty Years of Usagi Yojimbo que editó Dark Horse, del cual todas las ganancias se destinaron en el tratamiento de Sharon Sakai.
“Para mí escribir es la parte más importante y más difícil del proceso creativo de un cómic. Dibujar te lleva más tiempo, pero si la historia no es buena, no importa cuánto te esfuerces en el dibujo, que no lograrás un buen cómic” comentó Sakai.

Dibujo de Mike Mignola para Sakai Project
Sakai, quien era un fan de los cómics de superhéroes en su infancia, ha terminado por ser una pieza muy importante en la industria del cómic norteamericano, aunque en un género completamente diferente al que leía de chico, a la que entró como un modesto rotulista en los cómics de su amigo Sergio Aragonés, del que se nota mucho su influencia, sobre todo en el dibujo.
Aprovechando el aniversario de Usagi Yojimbo, este es un buen momento para comenzar a leer las historias del personaje y no dejar pasar la oportunidad de donar fondos para mantener el tratamiento de Sharon Sakai, lo cual puedes hacer desde este enlace.