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Batman de Tim Burton es una película aburrida

¡Se tenía que batidecir, y se batidijo!
Batman-Tim Burton-Película
(Warner Bros.)

Batman de 1989 es una película memorable, pero eso no significa que la trama sea exactamente buena. Las actuaciones de Jack Nicholson como el Joker y Michael Keaton como Bruce Wayne anidarán para siempre en nuestros corazón, pero la película en realidad es bastante tediosa, salvo algunas escenas.

Vayamos poco a poco. La cinta, como todos sabemos, fue dirigida por Tim Burton. En ese momento, el director californiano estaba construyendo apenas su fama gracias a su primer gran trabajo, Beetlejuice, pero su ingenio e imaginación, que todavía eran vivificantes y frescos en ese entonces, ya habían estado presentes en los bocetos que hizo para Disney de The Fox and the Hound y en sus cortometrajes Vincent y Frankenweenie. Estos motivos hicieron que Warner Bros. fichará al realizador para dirigir la primera película de gran presupuesto de El Hombre Murciélago.

Un rodaje que no fue tan gratificante

Jack Nicholson, Michael Keaton y Tim Burton en el set de Batman (Warner)

Tim Burton tenía todas las tablas para hacer una verdadera película de Batman que nos hiciera jalarnos los cabellos y dejárnoslos igual a los suyos. Su estilo expresionista gótico que raya en lo kitsch hacen de sus películas arquitecturas complejas donde los personajes que aparecen en pantalla se encuentran en una relación directa con los espacios que los rodean. Sentimientos y movimientos de cámara siempre están en función de la narración y la expresión del alma del protagonista. Un estilo ideal para el Batman ochentero que el público necesitaba.

Se abandonaron las mallas y el color azul del disfraz de la serie de Batman, para dar paso a los colores oscuros con detalles amarillos del traje y a una atmósfera gótica con guiños cyberpunks. Sin embargo, la película atravesó por muchas dificultades debido a las constantes peleas de Burton con los productores Jon Peter y Peter Guber, incluida la elección de Keaton para el papel, pues para los productores el actor sólo había aparecido en cintas de comedia, pero nunca de acción. Desde luego, estaban equivocados.

En cuanto a Jack Nicholson, Burton lo escogió no sólo por tratarse de un actor que había demostrado ser un gran loco en el cine, también porque podía atraer audiencias desinteresadas en las películas de superhéroes. Batman se volvió la película más taquillera del momento y recaudó 400 millones de dólares alrededor del mundo. La estética de Burton sentaría el precedente para las futuras películas de superhéores e incluso para los cómics de El Hombre Murciélago y la serie animada. El tema musical, a cargo de Danny Elfman sigue sonando en nuestras cabezas y ahí se quedará para siempre.

Todo esto nos genera la percepción de que Batman es una gran película, además de la gran campaña publicitaria que se hizo para promocionar la película (todos recordamos los vasos de Batman de Pepsi y el álbum de estampas), pero viéndola a la distancia y pensando en no sentirse invadido por la idea de que todo tiempo pasado fue mejor, la película resulta plana y aburrida, salvo algunas escenas que, ciertamente, sí son memorables.

Una película de momentos

(Warner)

Es difícil no dejarse llevar por todo el aparato de mercadotecnia y la nostalgia que rodea a Batman de Burton, sobre todo si pensamos que la última etapa de las películas de DC ha sido lamentable, pero haremos el intento. La cinta es una historia que tiene unos picos muy altos y otros muy bajos, esto la convierte en un filme muy irregular, es decir, no hay una cadencia cinematográfica que se sostenga. La primera escena nos destantea y nos muestra a una familia (padre, madre e hijo) saliendo del cine en Gotham e internándose en un callejón donde son asaltados, pensamos que se trata de la historia de Bruce Wayne, pero no, es el presente y Batman aparece para enfrentarse a los villanos.

La escena es emocionante porque vemos al caballero de la noche casi al inicio. Después nos presentan Jack Napier (Jack Nicholson) quien todavía no es el Joker, pero sí un mafioso loco. La película continúa como 20 minutos presentando personajes y situaciones, pero no está pasando realmente mucho. Aparece la periodista Vicky Vale (una despampanante Kim Basinger) y conoce a Bruce Wayne y se coquetean. Luego, sabemos que Napier anda suelto y sabemos que Batman le dará cacería, esto sucede y aparece la siguiente escena memorable, cuando Jack cae al ácido, pues asistimos a la creación del Joker.

Después las escenas para recordarse: Cuando el Joker junta a la mafia electrocuta al jefe, algo muy similar a la escena que Nolan presenta cuando hace la magia con el lápiz; cuando vemos la baticueva, cuando vemos la batinave, cuando Bruce recuerda su origen y sólo por la frase “haz bailado con el diablo a la luz de la luna”, la cual reaparece hacia el final; pero, sobre todo, la mejor secuencia de toda la película es la escena del museo, porque realmente vemos los alcances psicóticos del Joker y el gran despliegue actoral de Nicholson. Luego, tenemos el final que es padre porque está la grabadora con la risita y listo, pero tuvimos que pasar por varios bostezos para encontrarnos con los momentos más lúcidos de Tim Burton.

De cualquier manera, la película sólo está por debajo de The Dark Knight y Batman: Returns, porque las otras, incluyendo la última de Nolan, son una payasada. ¿O qué opinan ustedes, amigos lectores?

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El malhumorado Nico Ruiz ahora se pone de buenas para hablar de su ídolo… y tirarle un poco a Superman en nuestro canal de YouTube.

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