La perforación en Yucatán ha extraído elementos que podrían servir para entender como se extinguieron los dinosaurios.
Hace un año nos emocionamos cuando se confirmó que se realizaría un enorme proyecto de investigación alrededor del famoso Cráter de Chicxulub. El cráter de 180 km de diámetro se formó hace 65 millones de años, cuando un enorme meteorito de 10 kilómetros chocó con la Tierra, en la actual península de Yucatán, liberando una fuerza equivalente a mil millones de bombas atómicas, modificando las condiciones de vida en nuestro planeta e influyendo enormemente en la desaparición de los dinosaurios.
El Proyecto Científico de Perforación del Cráter de Chicxulub, también conocido como Expedición 364, está conformado por 30 especialistas en diversas disciplinas de diferentes partes del mundo. Todos buscan entender los secretos que guarda el cráter, sobre todo cómo es que la vida pudo avanzar luego del cataclismo.
Parte de la Expedición 364
En abril comenzaron a perforar el cráter. A un mes del inicio de los trabajos de investigación, ya se dieron a conocer los primeros hallazgos. De acuerdo con Ligia Pérez Cruz, la única científica mexicana que forma parte de la expedición, hasta ahora se han extraído 200 metros del cráter, y 100 núcleos de rocas de diferentes tipos, texturas y épocas que servirán para documentar la extinción y regeneración de la vida tras el impacto del asteroide.
Los científicos abordo de la plataforma Myrcle trabajan 24 horas, en turnos de 12 de labores por 12 de descanso. La plataforma mide dos mil metros cuadrados y cuente con cuatro laboratorios con diferentes funciones, uno está enfocado en la documentación digital del material que se extrae; en otro se realizan análisis petrofísicos; en el siguiente, análisis microbiológicos principalmente de ADN, y el otro está dedicado al análisis geoquímico.
El equipo lleva realizada una perforación de 760 metros y les restan 740 más, donde esperan hallar vida microbiana. La perforación termina en junio, posteriormente todo el material que se saque del Cráter de Chicxulub se transportará a Bremen, Alemania, donde comenzará a analizarse en septiembre.