El descubrimiento de dos esqueletos humanos en la región de La Braña-Arintero en León, España, arrojó interesantes indicios para la investigación genómica humana de la prehistoria. Se descubrió a un tipo de habitante europeo que ya no existe, y elementos importantes sobre la aparición de la piel blanca en los seres humanos.
Los restos encontrados tienen 7,000 años de antigüedad, por lo que pertenecen al periodo conocido como Mesolítico. Fueron encontrados casualmente en 2006 por unos excursionistas, quienes manipularon el esqueleto e incluso se tomaron fotos con el cráneo (las cuales terminaron en su muro de Facebook). A pesar de toda la contaminación, avanzadas técnicas para descifrar antiguas secuencias genéticas arrojaron datos muy interesantes.
Según el estudio dirigido por Carles Lalueza-Fox, los restos pertenecen a un tipo de hombre que ya no existe en Europa. Se trata de una persona con la piel morena oscura (mucho más oscura de lo que podríamos considerar una piel bronceada) y ojos profundamente azules. Presumiblemente, los cuerpos pertenecieron a cazadores de León que no dejaron huella en la herencia genética española o europea.
Estos homres también nos dan algunas pistas sobre el surgimiento de la piel blanca en el Viejo Continente. Según Lalueza-Fox:
“Hasta ahora se creía que la pigmentación clara apareció poco después de los cromañones, pero transcurrieron 40,000 años desde estos homínidos hasta el cazador recolector de La Braña y la piel clara no aparece por ningún lado”
Esto hace que la teoría que decía que la pigmentación clara surgió como un tipo de adaptación para sintetizar más vitamina D en climas con menos sol, tuviera que revisarse. Según los nuevos indicios, es más probable que haya surgido como consecuencia del violento cambio de dieta que supuso la agricultura, rica en hidratos de carbono.

Uno de los esqueletos encontrados en La Braña-Arintero durante 2006
La llegada de la agricultura, proveniente del Oriente Medio, marcó el fin del Mesolítico y el principio del Neolítico; pero no podemos pensar que esta transición ocurrió en un día. Por el contrario, los seres humanos de ambos periodos convivieron por un buen espacio de tiempo. Los restos encontrados en La Braña-Arintero forman parte de grupos anteriores a la agricultura, sus más cercanos parientes en términos de secuencia genética son los europeos nórdicos (suecos o finlandeses), a pesar en las notables diferencias en la coloración de la piel. Esto se debe a que los duros climas del norte impidieron el rápido desarrollo de la agricultura en los países nórdicos, y la pervivencia por más tiempo de los grupos humanos del Mesolítico en aquellas regiones.