Hasta ahora, los astrónomos pensaban que sólo los planetas gigantes tenían la suficiente fuerza de gravedad para conseguir atraer y mantener pequeños trozos de hielo orbitando a su alrededor.
Un equipo de astrónomos sudamericanos reportaron el asombroso descubrimiento de dos anillos helados girando alrededor de un pequeño asteroide llamado Chariklo, que orbita entre Saturno y Urano. La roca espacial tiene únicamente 248 kilómetros de diámetro.
Felipe Braga-Ribas, investigador del Observatorio Nacional de Brasil, fue quien dirigió al equipo de científicos responsables del descubrimiento, señaló:
“Este probablemente será el mayor descubrimiento de mi carrera. Es el descubrimiento de un nuevo objeto, estamos haciendo historia con esto.”
Chariklo fue descubierto en 1997, es el más grande de una clase rara de asteroides conocidos como centauros, de los que sólo existen unos cuantos cientos de ellos en nuestro sistema solar. Al igual que el híbrido mitológico de caballo y humano, comparten características de los asteroides rocosos y la de los cometas de hielo.
El 3 de junio de 2013, Braga- Ribas y sus colegas observaron a Chariklo con diversos telescopios de Sudámerica, con la intención de medirlo con la ayuda de un evento estelar que proporcionaría por breves momentos mayor luz espacial de la normal. Los astrónomos quedaron sorprendidos cuando todos, con sus diferentes telescopios, reportaron que habían observado dos anillos muy próximos entre sí alrededor del centauro.
El anillo interior de Chariklo mide 782 kilómetros de diámetro, mientras que el exterior alcanza los 810 kilómetros. Ambos están formados por hielo de agua, son brillantes y densos, muy parecidos a los de Saturno.
Los astrónomos no están seguros de cómo fue que Chariklo consiguió sus anillos. La hipótesis más importante que sostienen, se funda en creer que esto se dio con el impacto de un objeto en el mismo asteroide. De esta forma, los escombros resultantes formaron los anillos gracias a la atracción de la micro gravedad de la roca.