¿Recuerdan la casa autosustentable que están construyendo en Argentina? Pues México no se quiere quedar atrás, pues justo ahora se está diseñando la primer comunidad autosuficiente en los límites de Jalisco y Michoacán.
Este proyecto impulsado por el arquitecto Rafael Ramos Zepeda se llama Monte Mitla y pretende ser el hogar de una veintena de familias, así como un parque ecológico en donde se impartan talleres para aprender a vivir en armonía con el medio ambiente.
Rafael señala que hace dos años reflexionó acerca de lo dañino que es utilizar materiales como el cemento y acero en las construcciones, sin mencionar problemas como la deforestación y el uso de hidrocarburos. Por eso decidió darle un giro a la situación y proponer casas de árbol (conocidas como nidos) construidas con adobe, paja y otros materiales naturales y reciclados.
Por la electricidad no hay que preocuparse ya que hay una hélice que convierte la fuerza del viento en energía eléctrica, y si hay días con poco viento, los electrodomésticos están adaptados para funcionar con energía generada por bicicletas. El agua de lluvia es tratada, purificada y reciclada para aprovecharla al máximo, también se planea que los alimentos podrían provenir de huertos orgánicos.
En un terreno de 14 hectáreas ya se han construido 20 “nidos” para demostrar lo factible de la idea, y hasta el momento se han logrado vender 8 casas a un precio de 150 mil pesos (algo más económico que muchos carros y sobre todo más ecológico). La mayor parte de esta dinero será utilizado para mejorar los acabados y la infraestructura de la comunidad.
Lo interesante es que los dueños tendrán la oportunidad de diseñar su casa como quieran y recibirán toda la orientación necesaria para convertirla en realidad.
Aún así, es probable que la venta de casas sea un poco lenta, por lo que Monte Mitla está recaudando fondos a través de Fondeadora con una modesta meta de 48 mil pesos. El sitio señala que lo recaudado se invertirá en la compra de un equipo híbrido eólico solar para generar la energía eléctrica necesaria para iluminar las áreas comunes y de campamento.
Hasta el momento se llevan recaudados 3,400 pesos, y recompensas (a partir de los 100 pesos) van desde un paseo guiado por las instalaciones de esta comunidad, hasta dos boletos para la rifa de un terreno de mil metros cuadrados dentro del lugar.
Al parecer alguien finalmente entendió la sabiduría milenaria de los Ewoks acerca de vivir cómodamente cobijados por la naturaleza.