La tendencia del desarrollo tecnológico he hecho que los nuevos dispositivos consuman más recursos y más ancho de banda, lo que desafortunadamente deja rezagados a países en desarrollo que no cuentan con la infraestructura necesaria para estar a la vanguardia en telecomunicaciones.
Con esto en mente es que Internet.org, una organización que busca el acceso universal a internet, organizó un hackatón donde el reto para los participantes es desarrollar aplicaciones que puedan correr en celulares con poca capacidad de procesamiento, pantallas de 320 x 480 píxeles y redes de segunda generación (2G) con tasas de transferencia que van desde 1 kbps (y ustedes creen que su internet es lento).
Para simular estos ambientes sin necesidad de moverse de San Francisco, California, cada programador recibió un celular con varias tarjetas SIM, cada una con la capacidad de simular distintos escenarios como redes inestables, saturadas, o simplemente lentas.
Internet.org reunió en este ejercicio a compañías como Facebook, Nokia, Samsung, Ericsson, Opera, Qualcomm, y Spotify, donde algunas de estas empresas recibieron un baño de fría realidad cuando intentaron correr sus propias aplicaciones en una un red que simulaba estar saturada, tal y como sucede en países como Nigeria o Indonesia.
Otros tuvieron una experiencia más realista, como Ragavan Srinivasan, administrador de proyecto de Facebook para Android, quien viajó a Nigeria a principios de 2013, donde intentó abrir Facebook y notó que los tiempos de espera eran una pesadilla. Esto no sólo afecta a la experiencia del usuario, también hace que la aplicación pierda sentido, al final Facebook o Twitter son para compartir momentos mientras suceden, no 5 minutos después de que la información termina de subir.
Además, este tipo de problemas tienen un impacto muy grande en la economía de las personas, por ejemplo en Indonesia hay planes mensuales que cuestan poco más de 2 dólares y sólo incluyen 20 megas de datos, algo que fácilmente nos podemos acabar en un par de fotos “pal face” o medio disco en Spotify.
Otro tema del que han tomado conciencia los programadores es que deben tener en mente que sus productos pueden ser utilizados en poblaciones con baja tasa de alfabetización, por lo que deben diseñar ambientes con una iconografía que trasciende el lenguaje.
El reto también es para los fabricantes de celulares que tienen que pensar en cómo diseñar baterías más eficientes, sobre todo en comunidades que no tienen acceso a la electricidad y muchas veces solo pueden cargar su teléfono una vez a la semana.
Aunque el ambiente de desarrollo de este hackatón podría parecer una limitante, estos emprendedores intentan convertir esta frustración en inspiración para convencer a la industria que el preocuparse por los menos tecnológicamente afortunados nos conviene a todos.