Reseña – Thor: Love and Thunder, el glam y la épica filtrados por la comedia
El éxito que supuso Thor: Ragnarok en 2017 no solo resultó en la repetición de Taika Waititi como director de una cinta protagonizada por el Dios del Trueno, también determino la nueva dirección del personaje. Así, lejos de la solemnidad shakesperiana que había impreso Kenneth Branagh, el héroe marvelita se transformó en un desenfadado e idiota vikingo espacial. Lo cierto es que Thor: Love and Thunder redobló la apuesta en este sentido, y por lo visto hasta el momento la crítica no se ha sentido precisamente satisfecha. ¿Pero eso la convierte en una mala película? No lo creo, y líneas abajo desmenuzaré mis razones.
Déjame contarte una historia…
Alan Moore ha comentado en más de una ocasión que lamenta profundamente el “daño” que Watchmen provocó en la industria del cómic. De acuerdo con el escritor y mago de Northampton, la seriedad y oscuridad del tebeo no solo determinó la manera escribir historias entre sus colegas, con él también se olvidó de que los cómics de superhéroes funcionan mejor cuando se presentan como una ruta de escapismo para los lectores. Moore se refería a la Era Dorada de los cómics, cuando el contenido de estas historias se realizaba con un público infantil como target.

Imagen: Marvel Studios
Curiosamente, parece que Taika Waititi ha retomado esta dirección, pues Thor: Love and Thunder es en esencia una película de superhéroes para niños. Quien vea esta obra no hallará una ambiciosa narrativa: sí, a todas luces es una película de autor, pero es una cinta que se aleja deliberadamente de cualquier “solemne aspiración”. Son dos horas de puro y duro entretenimiento, tan inocente como emotivo, y no, eso no está mal. Solo hace falta verla con los ojos adecuados: olvidarse de las experiencias adultas si no se es un niño, y si sí se es, hundirse en la butaca para comer palomitas y beber Coca Cola como un poseso.
Adiós al neón, hola al metal
Lo primero que llama la atención al comparar esta cinta con su predecesora es el cambio en la dirección de arte. Lejos de los saturados neones de Thor: Ragnarok, en Love and Thunder hallamos una paleta de colores también brillante, pero más limpia y clara, contante aun en las tomas más oscuras: justo como si fuera la portada de un disco de The Darkness. Los efectos especiales no siempre fueron los mejores, no obstante, se nota un esfuerzo en la puesta en escena y la película ofrece algunas imágenes verdaderamente inspiradoras: deudoras de la space opera más psicodélica.

Imagen: Marvel Studios
La acción vuelve a ser delirante, incluyendo en esta ocasión referencias a Van Damme y a Russell Dauterman. Asimismo, no podemos soslayar su increíble banda sonora. No soy fanático de Guns N’ Roses, pero la neta escuchar esos riffs de Slash mientras Thor peleaba contra hordas de alienígenas me emocionaron bastante.
Cómete mi martillo
Por si no ha quedado lo suficientemente claro, Thor: Love and Thunder es una comedia. Con épica, con una historia de amor de fondo incluso, pero al final una comedia. En este sentido, la dosis de humor puede llegar a sentirse excesiva para ciertas personas (no fue mi caso, pero sí el de mi acompañante), y no todos los gags pegan por igual. Pero hay muchos chistes bastante estúpidos, y yo soy un enorme fanático del humor absurdo. Sin embargo, he de aceptar que esto afecta ciertas partes de la película.
Las dos estrellas de la película claramente son Natalie Portman y Christian Bale, cuyas interpretaciones muchas veces superan el tono humorístico de la cinta, lo cual se convierte a ratos en un problema: hay una disonancia de intenciones, y aunque podría pasar desapercibido por una mirada menos atenta, se trata de una costura muy evidente cuando se le advierte. Por si fuera poco, se siente como si los personajes no hubieran sido debidamente explorados, pero es que hace falta más que un metraje de dos horas para desarrollar a muchos de ellos.

Imagen: Marvel Studios
A destacar creo que tenemos la manera en la que Waititi introduce contenido relacionado con la comunidad LGBTQ+, el cual no se siente en lo absoluto forzada. De alguna manera, el director logra ofrecer una visión sencilla, pero genuina, del espectro que es la orientación sexual.
Otros puntos a considerar fue la inclusión de los Guardianes de la Galaxia, quienes entran y salen de escena de una manera bastante adecuada; la aparición de Russel Crowe, quien hace el payaso con la adaptación más fiel que se haya hecho de Zeus en cualquier medio, o las escenas poscréditos, que se sienten más como la apertura a nuevas tramas que como el acostumbrado guiño al MCU.
Lo bueno
- Humor marca Taika Waititi
- Una dirección artística bastante glam
- Una banda sonora colmada de guitarras eléctricas
- Los brazos de Natalie Portman
Lo malo
- Humor marca Taika Waititi
Veredicto
Aunque se trata de una obra infantil, el mensaje de Thor: Love and Thunder compete a seres humanos de cualquier edad al tratarse de una historia de amor, de reencuentro y pérdida. La muerte (tema central de la película) es una realidad, y cuando se presenta, nuestros afectos son los primeros en ser perjudicados: ya sea en el caso del niño que pierde a su padre, del padre que pierde a su hijo, del amante que se despide del ser amado. Ante tan sombrío paraje, la luminosidad de Love and Thunder se erige como el rayo que alumbra, aunque sea por un momento, la oscuridad de la tormenta. Es una posibilidad de escape. Verla es olvidarse, vivir por un ratito como un niño: con asombro renovado e inocencia.