Una de las secuelas de ir al espacio exterior, es que los astronautas regresan a la Tierra 7 centímetros más altos, debido a que la falta de gravedad los huesos se descomprimen, la columna se alarga y los músculos y nervios se estiran.
Aunque pueda sonar como una buena noticia para todos los que sueñan con ser altos, en realidad es algo que a la larga puede traer graves lesiones de espalda, como una dolorosa hernia discal. Es por ello que al regresar de sus viajes, los astronautas deben ejercitarse y contrarrestar los efectos de la gravedad cero.
Para evitar este tipo de secuelas, la Agencia Espacial Europea (ESA) con la ayuda del Kings College y el University College en Reino Unido, así como el MIT de Estados Unidos, están desarrollando un nuevo traje espacial llamado Skinsuit. Este ajustado traje tiene un tejido en dos direcciones, con la finalidad de apretar el cuerpo humano desde los hombros hasta los pies y de esta forma simular los efectos de la gravedad terrestre.
Los primeros prototipos están hechos de spandex, aunque los investigadores estudian el uso de otros materiales. También señalan que el mayor reto fue diseñar un traje ajustado pero cómodo de usar.
Y aunque durante las primeras pruebas en la Tierra los usuarios pudieron usar cómodamente el Skinsuit por horas, es necesario hacer más pruebas antes de que el astronauta danés Andreas Mogensen sea el primero en usarlo durante su misión en la Estación Espacial Internacional en 2015.
Más allá su utilidad en las misiones espaciales, es probable que esta misma tecnología ayude a mejorar la calidad de vida de pacientes con problemas de espalda y mejorar las prendas de soporte de personas con parálisis cerebral.