Diablo III por fin está disponible en PlayStation 3 y Xbox 360, bajo la promesa de que los aspectos del juego más satanizados por los usuarios de PC serán resueltos para la versión de consolas, la cual incorporará todas las actualizaciones y parches que se han ido desarrollando a lo largo de este año.
Si bien se trata del mismo juego y no se añadirán nuevo escenarios, enemigos o zonas, la principal característica de esta versión será el uso del control, lo que trae consigo toda una nueva forma de juego.
El proceso de adaptación parece haber sido realizado de una forma muy satisfactoria. La interfaz está totalmente remodelada y adaptada a las consolas, se basa en menús radiales dentro de una serie de pestañas que jerarquizan la gestión del personaje en: equipo, habilidades, objetos y compañeros, grupo y misiones.
Ahora solo esperamos que la expansión, Reaper of Souls, también llegue a PS3 y Xbox 360 para tener así la experiencia completa.