El día de hoy entró en vigor la Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación con la cual el gobierno de la 4T desaparece el Conacyt buscando restaurar por completo, desde sus ideales, uno de los organismos públicos más importantes para el avance de la investigación científica, la innovación, el desarrollo y la modernización tecnológica del país. ¿Es esto un golpe a la comunidad científica?
Así es, finalmente se ha publicado en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se expide la Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación la cual guiará la política científica durante los próximos años; no obstante, científicos ya preparan amparos colectivos contra la Ley por algunas violaciones procesales legislativas y que incluso pueden ser violatorias de derechos humanos. De acuerdo con la información esta indica que el Estado debe fomentar que la formación, la investigación, la divulgación y el desarrollo de proyectos en materia de humanidades, ciencias, tecnologías e innovación se realice bajo los principios de rigor epistemológico, igualdad y no discriminación, libertad académica, inclusión, pluralidad y equidad epistémicas, interculturalidad, diálogo de saberes, producción horizontal y transversal del conocimiento, trabajo colaborativo, solidaridad, beneficio social y precaución.
Ahora serán las Secretarías de Estado y gobiernos estatales quienes decidirán el rumbo de la investigación del país | Foto: Pexels
Lo que promueve la Ley de desprende de del “derecho humano a la ciencia” como fundamento de las políticas públicas, sin embargo, loes expertos han afirmado, y se sabe ahora sí que a ciencia cierta, que desde las comisiones en la Cámara de Diputados hasta la sesión del pleno del Senado la aprobación dicha ley estuvo plagada de irregularidades comenzando con la violación del acuerdo para la realización de siete Parlamentos Abiertos.
La comunidad científica afirma que le Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación se trata de algo grave pues establece cambios “abrrantes” y “regresivos”, no solo por las decenas becas que se retiraran a los estudiantes, sino que ahora serán las Secretarías de Estado y gobiernos estatales quienes decidirán el rumbo de la investigación del país y no precisamente los expertos en el tema.
Por otro lado, la SEDENA y la SEMAR también estarán inmersas en la ecuación, lo que sin duda es aberrante como lo menciona el profesor y biólogo de la UNAM, Antonio Lazcano, además de peligroso y una vez más, regresivo. Eso sin en mencionar que ahora el Conacyt será reemplazado por el ahora llamado Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación el cual busca un enfoque “humanista” a la hora de hacer ciencia, es decir, que este solo al servicio y disposición del beneficio social, que profundice en las problemáticas nacionales urgentes y ofrezca “soluciones pertinentes y culturalmente adecuadas”, sea lo que sea que eso signifique y que si bien es un enfoque importante y necesario también para un país pero no es suficiente, pues una enorme porcentaje de las ramas, teorías, hipótesis que busca develar la ciencia no tienen un beneficio social tangible inmediato, como muchas de las más grandes investigaciones científicas de la historia, peor en fin.
¿Tú que opinas de la nueva Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación?
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