Varios estudios han confirmado hasta ahora que la falta de sueño impacta negativamente en el desempeño escolar de los niños. Algunos investigadores opinan que una de las posibles causas de las deficiencias al dormir puede ser el uso de la tecnología. ¿Verdaderamente podemos decir que los smartphones, tablets, videojuegos y computadoras causan la falta de sueño y el bajo desempeño?
En un artículo publicado en el Journal of Pediatric Psychology, la Dra. Jennifer Vriend y su equipo demostraron que unas pocas horas de sueño perdidas pueden tener un impacto sumamente negativo en los niños. Incluso una hora menos de sueño afecta “las funciones emocionales y el desempeño cognitivo” de los infantes. Esto se traduce en problemas para entender las matemáticas o una pobre capacidad de memoria.
Vriend considera que:
“Uno de los más grandes culpables del sueño inadecuado e interrumpido es la tecnología. Muchos adolescentes duermen con sus teléfonos y se despiertan constantemente por el sonido o la vibración de una mensaje de texto, un mail o un mensaje de Facebook”
Además asegura que simplemente tener televisiones, computadoras, videojuegos o dispositivos móviles en el cuarto de niños y adolescentes afecta su forma de dormir y eventualmente su desempeño escolar. Esto es así porque el cerebro de los jóvenes aprende que su cuarto es un lugar de diversión antes que un lugar de descanso. Asimismo, si se juegan videojuegos violentos es posible que el cerebro considere al cuarto como un territorio hostil. De manera que la tecnología en las habitaciones de los niños puede causar ansiedad y falta de sueño.
Ahora bien, debemos identificar el estudio científico de la Dra. Jennifer Vriend de su opinión respecto a la tecnología. Su artículo habla sobra la manipulación del sueño de los niños y está apoyado por un trabajo importante de experimentación. En otras palabras, se trata de un hecho sustentado por un método. Mientras tanto, lo que dice de la tecnología y la ansiedad es simplemente una opinión. No podemos asegurar que está equivocada, pero tampoco que tiene razón.
De manera que lo primero no es rebatible mientras que lo segundo se puede discutir. A pesar de lo que digan algunos medios que no distinguen entre una opinión y un hecho científico, el trabajo de Vriend es valioso por su estudio entorno al sueño de los niños, no por sus opiniones relacionadas con la tecnología, por muy tentador (y amarillista) que parezca invertir los términos.