En la década de los cuarenta un increíble hallazgo cimbró el mundo de la arqueología bíblica. En las cuevas de Qumrán, a orillas del Mar Muerto, se encontraron numerosos manuscritos con más de 2 mil años de antigüedad, su contenido ha revolucionado los estudios sobre la historia hebrea y cristiana. Recientemente el arqueólogo Yonatan Adler descubrió nueve manuscritos dentro de algunos objetos hallados en ese mismo sitio. Aunque su contenido no ha sido revelado, el hallazgo promete ser de suma importancia.
Las condiciones en que se encontraron los Manuscritos del Mar Muerto (o Rollos de Qumrán) han dado pie a numerosas leyendas en torno a ellos. En 1947 un par de pastores beduinos perdieron una de sus cabras en la zona de Qumrán (Israel), en la costa occidental del Mar Muerto. Nadie se hubiera enterado de la aventura de esa célebre cabra, si no fuera porque en el camino de encontrarla los pastores encontraron varias vasijas y siete rollos antiguos. De alguna manera, intuyeron que ese hallazgo tenía algún valor, y pedazos de los rollos fueron vendidos a distintos compradores de todo el Medio Oriente.
Ruinas de Qumrán, en Israel
Cuando un pedazo de rollo llegó a manos de un arqueólogo bíblico reconoció su importancia de inmediato. De manera que se coordinaron numerosas expediciones para extraer todo lo que se encontraba en la región de Qumrán. Finalmente se sacaron alrededor de 800 escritos de origen hebreo, que datan de entre 250 a.C., hasta 66 d.C.
Más allá de las ficciones construidas a partir de estos manuscritos, su valor arqueológico es incalculable tanto para la tradición judía, como para la tradición cristiana. Se considera que fueron los esenios (un grupo de judíos que habitaban la zona en el siglo I d.C.) quienes ocultaron esos escritos mientras se llevaban a cabo revueltas en contra de la dominación romana.
Los manuscritos son de suma importancia para la arqueología judía porque se trata del testimonio más antiguo, conocido hasta ahora, de los escritos bíblicos. Mientras que para la historia del cristianismo resultan fundamentales porque muestran a los esenios como un antecedente de Jesús de Nazaret y su doctrina.
Cuevas de Qumrán
El nuevo hallazgo completa a los anteriores. Los nueve manuscritos fueron encontrados en filacterias halladas hace varios años en las mismas cuevas de Qumrán. Las filacterias son pequeñas bolsas de cuero en las que se suelen encerrar tiras con pasajes bíblicos, y fueron usadas durante años tanto por judíos como por cristianos. Las bolsas encontradas junto con los manuscritos no habían sido examinadas con cuidado hasta ahora, que Yonatan Adler usó tecnología de imágenes multiespectrales. En conferencia de prensa, el arqueólogo aseguró:
“No todos los días tienes la oportunidad de encontrar nuevos manuscritos. Es muy emocionante.”
Hasta el momento no se ha dicho nada sobre el contenido de estos nueve manuscritos. Se sigue trabajando en la investigación y pronto sabremos lo que contienen. Como quiera que sea, es casi una garantía que se tratará de algo importante. Si te interesa revisar los Manuscritos del Mar Muerto, puedes verlos (algunos con traducción al español) tanto en la página del Museo de Israel, como en Google Cultural Project.