Científicos del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST, en su acrónimo en inglés) lograron desarrollar una técnica que permite fabricar gasolina por medio una bacteria, la Escherichia coli (E. coli).
Dicho microorganismo es uno de los más estudiados por la ciencia, y es responsable de muchas de las infecciones intestinales que padecemos comúnmente. Ahora los investigadores surcoreanos han encontrado la forma de utilizar la bacteria para crear “biogasolina”, según el artículo publicado en la Nature.
Para conseguirlo, la gente del KIAST se dedicó a investigar la identificación de enzimas relacionadas con la producción de ácidos grasos de cadena corta y su conversión a sus respectivos alcanos, hidrocarburos que mediante un proceso especial de cultivo puede transformarse en gasolina. La producción del combustible es de 580 miligramos por cada litro cultivado, de manera que ahora los científicos se encuentran trabajando en hacer que los resultados de esta técnica sean más eficientes.
Sang Yup Lee, miembro del equipo que realizó la investigación, señaló:
“Es sólo el comienzo de las investigaciones para la producción sostenible de la gasolina. Actualmente estamos trabajando en aumentar el rendimiento y la productividad de biogasolina.”
A pesar de que el proceso todavía se encuentra en una fase primitiva, el uso de bacterias para la fabricación de gasolina podría ser una buena alternativa al petróleo. Y es que a pesar de que ya anteriormente se han usado productos vegetales para el biodiésel, la gasolina de E. coli podría utilizarse con los motores modernos sin necesidad de ningún tipo de modificación.
Esperemos que este desarrollo termine por ser una fuente víable de combustible y que no se quede en buen intento, ya que la dependencia a los hidrocarburos de origen fósil es un problema urgente del que aún se dislumbra una posible solución.