Una nueva investigación documenta que prácticamente nacían listos para cazar.
La paleontóloga Kristina Curry Rogers descubrió, mientras clasificaba el catálogo de fósiles de la Universidad Estatal de Nueva York, los restos de una cría de un Rapetosaurus krausei, una especie de titanosaurio que llegaba a alcanzar los 15 metros de altura en su etapa madura.
La experta en grandes saurios se dio cuenta de que los restos del bebé reptil de apenas un mes de edad era exactamente igual a un ejemplar adulto, sólo que de un tamaño reducido.
Curry, gracias a la histología de los tejidos óseos del ejemplar, descubrió que esté tipo de saurios estaban listos para ser independientes y alimentarse así mismos prácticamente desde que salían del cascarón.
El Rapetosaurus krausei ya era independiente desde que era un bebé, no como el hipopótamo chiqueado y panzón de atrás.
De acuerdo con la investigación, el bebé Rapetosaurus krausei nació pesando 3.4 kilos y tenía el tamaño de un balón de fútbol, pero creció rápido. Al final de su corta vida, ya había alcanzado los 40 kilos y los 35 cm de altura al nivel de la cadera. Durante todo su desarrollo el animal no sufrió variaciones de forma, ni de sus proporciones desde el nacimiento, algo que no ocurre con otros grupos de dinosaurios.
La investigadora sostiene que, a diferencia de otros animales, en los que el cuidado de los padres es de gran importancia en la infancia, los Rapetosaurus eran bastante independientes desde que llegaban al mundo. Es posible que el bebé ya fuera capaz de caminar al salir del huevo y que incluso se alimentara por sí mismo desde el primer día de vida.
Curry espera analizar a otros titanosaurios para saber si eran similares en cuento a su independencia que el Rapetosaurus.