El presidente llamó a la FCC a defender neutralidad de la red y a reconocer el acceso a Internet como un servicio básico.
Desde el año pasado se ha venido desarrollando una importante discusión legal en Estados Unidos acerca de una nueva regulación de Internet. Hoy finalmente el presidente Barack Obama habló acerca del tema, luego de permanecer al margen durante meses.
En un comunicado dado a conocer por la Casa Blanca, Obama manifestó su apoyo para mantener los principios de “apertura, equidad y libertad” en Internet. Además, el mandatario hace un llamado a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) para que defienda el principio de neutralidad de la red:
“Los proveedores de Internet tienen la obligación legal de no bloquear o limitar el acceso a una web. Las compañías de cable no pueden decidir en qué tiendas en línea se puede comprar o qué servicios de streaming usar, y no pueden permitir que ninguna empresa pague para tener prioridad sobre sus competidores.”
Recordemos que la FCC se ha visto envuelta en la polémica debido a la aprobación de una propuesta que le permitiría a los proveedores de Internet ofrecer “vías rápidas”. En otras palabras, los sitios web que paguen más tendrán prioridad sobre aquellos que no lo hagan, algo que atenta en contra de la neutralidad.
Obama también urge a la FCC a que reconozca el acceso a la red como un servicio básico para los ciudadanos de EEUU, lo que garantizaría la protección de los principios de Internet. Según dice en su comunicado, mientras se mantenga en el cargo de presidente luchará por mantener “los principios que hacen de Internet una fuerza poderosa para el cambio”.
Sin embargo, Obama también reconoce que la FCC es una agencia independiente y la decisión es únicamente de ellos. Al respecto, el presidente de la FCC, Tom Wheeler, dijo en un comunicado que “incorporarán la sugerencia del presidente al registro del proceso”.
Con todo y la tibia respuesta de la agencia, el hecho de que el presiente Obama finalmente ha pública su postura a favor de Internet marca una línea importante en el camino de una decisión que podría marcar un precedente no sólo para Estados Unidos, sino para el resto del mundo.