Solo podía haber un demente en la película, y el estudio prefirió al Joker.
Sabemos que a Shia LaBeouf le gustan los cómics, incluso plagió una historia de Daniel Clowes para realizar su cortometraje Howard Cantour.com, pero no esperábamos que un estudio importante lo buscara para un proyecto de alto presupuesto después de sus erráticas incursiones en el arte conceptual y sus polémicas declaraciones en contra del cine de Hollywood.
Ahora sabemos, gracias a una entrevista concedida a Variety en la que confiesa su alcoholismo y que Michael Bay “es un artista, pero debería volverse aún más loco”, que David Ayer (director de Suicide Squad) lo buscó para incorporarlo a la película de villanos de DC Comics.
LeBeouf y Ayer habían trabajado juntos en Fury, por eso el actor era su primera opción para interpretar a GQ Edwards, papel que terminó en manos de Scott Eastwood. A pesar de que Ayer lo quería en la película, Warner vetó a LeBeouf por considerar que era demasiado “loco” e impredecible.
“El personaje [GQ Edwards] era más importante en el primer tratamiento del guión. Entonces Will [Smith] entró a la producción y el guión cambió un poco. Ese personaje y el personaje de Tom [Hardy, que eventualmente fue para Joel Kinnaman] fueron cambiados para beneficiar al personaje de Will”, dijo LeBeouf.
El actor, resentido con el estudio, indicó que Ayer no pudo defenderlo y terminó por salir de la producción:
“Creo que Warner Bros no me quería. Fui a varias juntas, y ellos decían, ‘No, estás loco. Eres buen actor, pero no te queremos aquí’. La película era una inversión importante para ellos y no se querían arriesgar conmigo” indicó el actor.
Poco después de vetar a LeBeouf contrataron a Jared Leto, que resulto igual o más loco, regalando ratas y condones a sus compañeros de reparto.