Investigadores encontraron un “océano” enterrado bajo la superficie de una de las lunas de Saturno, con lo que se convierte en un lugar potencial para engendrar o buscar vida microscópica.
Un grupo de astrónomos originarios de varios países han detectado un mar de agua líquida enterrado bajo kilómetros de hielo en una de las lunas de Saturno, cuyo nombre es Encélado. Esta concentración de agua es considerablemente grande, de acuerdo con los especialistas, cuenta con un diámetro de aproximadamente 498.87 kilómetros, con lo que abarcaría cerca de tres cuartas partes de la superficie del satélite.
El estudio de Encélado inició debido a que una observación anterior sorprendió a los astrónomos al descubrir que en el Polo Sur del satélite se podía apreciar una columna de vapor que salía en surcos. Los científicos sospecharon que esas expulsiones de agua salada en forma de vapor y hielo podrían provenir de un océano subterráneo. Un estudio reciente confirmó esta creencia.

Encélado, una satélite cubierta de hielo
Los astrónomos realizaron la investigación gracias a Cassini, una nave de la NASA que lleva diez años volando alrededor de Saturno, y sostienen que en Encélado se cuentan con los suficientes elementos para engendrar vida, sino es que ya la hay. Algunos de los investigadores sostienen que los minerales disueltos en el océano del satélite pudieron ya haber generado vida simple. Lamentablemente, los instrumentos de Cassini no son capaces de determinar si el océano de la luna alberga alguna forma de vida, pues se requiere otra misión con equipo más sofisticado para hacer esa búsqueda.
Jonathan Lunine, catedrático de la Universidad de Cornell y miembro del grupo de astrónomos que realizó el hallazgo, sostiene que su investigación vuelve a Encélado en el lugar más atractivo para buscar vida extraterrestre simple. Sea como sea, una nueva misión de exploración a distancia que se dirija a esta luna de Saturno puede tardar años en realizarse.