El incidente ha iniciado un debate sobre el uso de este tipo de aplicaciones.
Jeremy Cook, un adolescente de 17 años de Brampton, un suburbio de Ontario, olvidó su smartphone en el asiento trasero de un taxi el fin de semana pasado. Dispuesto a no perder su dispositivo, así como la información que guardaba ahí, hizo uso de una aplicación previamente instalada que le permitía rastrear el paradero del teléfono.
La app lo condujo a él y a su hermana hasta un estacionamiento ubicado en la vecina ciudad canadiense de London, a donde arribó en la madrugada del domingo. Siguiendo las instrucciones de la aplicación, el joven ubicó su teléfono dentro de un auto ocupado por tres hombres. Después de iniciar una discusión, Cook intentó entrar al automóvil para recuperar su smartphone, por lo que el hombre que se encontraba en el asiento del conductor encendía el carro y comenzaba a avanzar, mientras se llevaba joven que había sujetado de una de las puertas. De acuerdo con los testigos, desde el interior del vehículo se lanzó una ráfaga de balas.

Jeremy Cook
Las autoridades no tardaron en llegar al lugar, sin embargo ya era demasiado tarde para salvar a Cook, quien fue encontrando sin vida detrás de un centro comercial local. Cerca de ahí se localizó al auto chocado contra un poste y abandonado, adentro del mismo estaba el teléfono que ocasionó la tragedia.
La historia de Jeremy Cook ha avivado un debate en Canadá y Estados Unidos referente al uso de este tipo de aplicaciones, debido a que se considera que pueden provocar que las víctimas de un robo busquen enfrentar directamente a delincuentes potencialmente peligrosos. Representantes de la policía de Ontario indicaron que apoyan copiar una propuesta presentada anteriormente en Los Ángeles (que no se aprobó), que buscaba penalizar a quien use estás apps para buscar su teléfono por ellos mismos sin el apoyo de la policía.