logo-codigo-espagueti
logo-codigo-espagueti-white

Reseña: The Order: 1886

| 23 de febrero de 2015

Después de una larga espera, al fin ha llegado a nuestras manos The Order: 1886, la primera súper producción del estudio californiano Ready at Dawn.

Recuerdo la primera década de mi vida y lo mucho que conviví con la publicidad en la televisión. Me resultaban particularmente interesantes los meses en los que los fabricantes comenzaban a anunciar sus nuevos juguetes antes de las fechas de Navidad, pues algunos eran de mi interés. ¿Recuerdan cómo era? Veíamos un juguete que en el comercial lucía increíble y sus funciones parecían de otro mundo, pero después, al tenerlo en nuestras manos resultaba no ser tan grandioso.

Algo así sentí con The Order: 1886. Desde que el juego fue presentado en E3 de 2013 pensé en comprarlo el día del lanzamiento, era una promesa que lucía muy ambiciosa. A final de cuentas era la primera vez que Ready at Dawn salía del territorio de los juegos de handhelds para mostrarnos su potencial en una nueva propiedad intelectual.

The_Order_Promo

El juego era de los lanzamientos más anticipados de este año

Es indudable que esta novedad iba a ser uno de los estrenos más anticipados del medio hasta el día de su lanzamiento. Con increíbles videos promocionales en el que se enlista un extraño anuncio viral y un oscuro cuento navideño, acaparó la atención de la comunidad y de los medios especializados, hasta que la emoción se vio mermada con lamentables especulaciones respecto a su corta duración.

Traté de evitar el ruido mediático para disfrutar del juego sin prejuicios, dándome cuenta de que en realidad su duración no es la mayor de nuestras preocupaciones. Pero en respuesta a las dudas, a mí me tomó poco más de 8 horas terminarlo en la dificultad más difícil. Mi experiencia con el juego fue algo que quiero contarles a continuación, pero en términos generales, The Order no es la maravilla que esperaba.

Grandes secretos ocultos

Durante la aventura te acompañarán tus tres infalibles colegas

Durante la aventura te acompañarán tus tres infalibles colegas

En una versión re-imaginada del Londres victoriano a finales del siglo XIX, los seres humanos eran amedrentados constantemente por una raza de feroces criaturas, por lo que derramaban toda su esperanza en la caballería elite de La Orden, fundada por el rey Arturo. En plena revolución industrial, la versión más moderna de esta selecta sociedad es equipada con los mejores y más modernos prototipos tecnológicos del genio Nikola Tesla, quien además guarda una importante rivalidad pública con el también inventor, Thomas Alva Edison.

Para desenmascarar todos los misterios que se esconden debajo del velo en el juego. En medio de un conflicto social iniciado por un grupo de rebeldes, que se levantaron en armas contra la opresión generada en por la corona Británica, tomarás el papel de Grayson (Sir Galahad), acompañándote intermitentemente de sus colegas: Sir Perceval, Lady Igraine y el miembro más reciente de La Orden, Lafayette.

Una experiencia cinematográfica

Símbolo de La Orden

Cada objeto tiene su propia manera de contar la historia

El juego combina dinámicas propias de un shooter en tercera persona con la implementación de escenas interactivas y quick time events que cumplen con la finalidad de ofrecer una experiencia cinematográfica a los jugadores, punto en el que el estudio dedicó gran parte de su esfuerzo, quedándose a la mitad gracias al corte tajante de ritmo que algunas escenas provocan en el juego y que no mejora hacia el final. Imagina un momento en el que te encuentras en medio de un enfrentamiento lleno de acción contra un grupo de rebeldes, y treinta segundos después estás caminando como si nada hubiera pasado: ese mismo sentimiento se presenta durante todo el juego.

Este título basa gran parte de su narrativa en largas secuencias cinemáticas –aún sin una longitud comparable a las de Metal Gear, por ejemplo–, conversaciones in-game y la exploración de los escenarios, que no se reduce únicamente a atravesar caminando los barrios de Londres, sino también a grandes palacios, servicios subterráneos, zonas industriales y catacumbas.

El combate se hace presente en varias ocasiones, especialmente en decepcionantes tiroteos que se reducen a ocultarte pacientemente detrás de una caja o el pilar de un edificio, mientras preparas tu siguiente tiro hasta que el número de enemigos se reduce a cero. En caso de que te encuentres en embrollos, puedes activar el modo BlackSight, que por algunos segundos congelará a los enemigos, dándote la oportunidad de disparar rápidamente a sus puntos débiles.

Los Lycans son más escurridizos y pueden atacarte en el momento que menos lo esperes

Nos hubiera encantado luchar contra más Lycans

No hay una variedad considerable de armas, pero hay algunas que te emocionará probar y te harán sentir enfermo de poder. Como el Thermite Rifle, con el que podrás calcinar a tu objetivo tras el rocío de termita que posteriormente debes encender disparando una bengala. La mala noticia es que es prácticamente imposible conservar tu arma favorita por mucho tiempo, ya que –y volviendo nuevamente al corte de ritmo– el juego te despoja de ellas constantemente de manera arbitraria al cambiar de locación, justificando la ausencia de un sistema de puntos de experiencia para upgrades.

Contrario a lo que nos fue hecho creer en toda la publicidad de The Order, no conté más de diez batallas contra Lycans y en ninguna de las ocasiones me sentí realmente tensa, a pesar de que estos enemigos son mucho más rápidos y escurridizos, sorprendiéndote por la espalda si no escuchas con atención el compás de sus pasos y su aliento. Sin embargo, el método para eliminarlos es aburrido: basta con seguir la pista de la criatura hasta que se muestre y comience a correr frente a ti para disparar hasta tumbarlo y entonces rematarlo con el botón en pantalla; de no hacerlo a tiempo éste se reincorporará y habrá que repetir el procedimiento.

En The Order no hay objetos de curación, en su lugar existe el sagrado Black Water: un líquido descubierto por los caballeros del rey Arturo, que es capaz de ofrecer una vida prolongada, así como la curación inmediata de prácticamente cualquier herida a quien lo beba. Cada miembro de La Orden cuenta con una dosis de Black Water, que debe utilizarse en un momento de emergencia. En cuestiones de gameplay, el oscuro líquido puede utilizarse una sola vez cuando has recibido mucho daño, después de gastar esta oportunidad, el personaje verá su muerte si vuelve a recibir mucho daño.

Londres nunca había lucido tan bien

Un increíble nivel de detalle emana de cada escenario

Un increíble nivel de detalle emana de cada escenario

El aspecto visual de The Order es evidentemente otro de los puntos más cuidados. Cada objeto cuenta con un nivel de detalle impresionante que se complementa con la iluminación de las condiciones climáticas y determinadas horas de la ciudad: la luz de un día soleado refleja en la superficie del piso o un bien conservado mueble de madera, acentuando cada detalle de su textura. Recuerdo un momento del juego que gira en torno a un hospital; la recepción del recinto estaba cubierta con azulejos de color azul que con su brillo y color, contrastaban impecablemente con el ambiente nublado de las afueras.

Además de poder utilizar un botón para apreciar el detalle de los escenarios –en donde podemos encontrar varias e hilarantes referencias a títulos de PlayStation–, determinados artefactos pueden ser inspeccionados más a detalle utilizando el stick para girar la muñeca de Galahad. Incluso es posible mirar el inverso de los documentos presionando el botón triángulo para encontrar detalles extra, como fechas o descripciones de fotografías.

El diseño de los personajes también es algo digno de aplaudir: mientras que los miembros de La Orden están envueltos en detallados atuendos minuciosamente confeccionados con telas finas y resplandecientes armaduras doradas, el estilo de los rebeldes es mucho más sencillo, destacando colores neutros y opacos. Algo que me gustó mucho particularmente en el personaje de Galahad, fue cómo cambió lo que llevaba puesto a medida que las piezas del rompecabezas tomaban su lugar, pasando de ser –como describí antes– un caballero lleno de honor y colores brillantes, a uno más oscuro.

El diseño de los personajes y vestuario embona perfectamente con la personalidad de cada uno de ellos

El diseño de los personajes y vestuario embona perfectamente con la personalidad de cada uno de ellos

El trabajo musical del compositor Jason Graves (Tomb Raider, Dead Space) es muy evidente en esta entrega. La música fue realizada con el apoyo de toda una orquesta sinfónica y un coro de más de 40 personas, destacando en gran parte los instrumentos de cuerda y un excepcional trabajo vocal en tonos bajos. Esto en conjunto con la dirección de arte representan fielmente a la época del juego y lo convierten en algo sumamente inmersivo, que lamentablemente no llega a la cúspide de la genialidad debido a los abruptos cambios de ritmo del gameplay. Para el tema principal de la banda sonora, el equipo también contó con la colaboración de Austin Wintory, a quienes muchos recordarán por la música de Journey.

Al ser un juego ubicado en el Reino Unido, era imperdonable para mí no escuchar las voces con el peculiar acento del idioma original. Pero, en mi segunda vuelta le di una oportunidad al doblaje latinoamericano, pues The Order: 1886 es uno de los primeros juego de SCE en contar con el trabajo de un equipo de doblaje mexicano del que formó parte la buena ejecución de personalidades como Raúl Anaya (Master Chief en Halo), Jesús Barrero (Luke Skywalker en la trilogía de Star Wars) y Mireya Mendoza (Penny en The Big Bang Theory), bajo la dirección de Luis Daniel Ramírez.

Lo bueno

  • Dirección de arte que en conjunto con la producción musical, crean un ambiente inmersivo.
  • La historia y el destino de los personajes tienen potencial para una secuela.
  • El juego no abusa de los quick time events, permitiendo un positivo balance en el gameplay.

Lo malo

  • El curso de la historia se ve tajantemente interrumpido por elementos sin sentido como los cambios de ritmo.
  • No poder disfrutar más a detalle la variedad de armas en el juego.
  • Pocas peleas contra Lycans.

Veredicto

The Order: 1886 es un juego con potencial, sin embargo, debe pulir sus defectos si quiere convertirse en una franquicia memorable

The Order: 1886 es un juego con potencial, sin embargo, debe pulir sus defectos si quiere convertirse en una franquicia memorable

La vistosa propuesta de Ready at Dawn se opaca a sí misma en la ejecución, ya que nunca alcanza un punto realmente emotivo, ni siquiera después de haber revelado el dato más importante de la historia. Sin duda, el estudio deberá tomar en cuenta estos puntos débiles si desea explotar el indudable potencial de esta nueva IP en una secuela.

The Order: 1886 es hasta ahora uno de los juegos que más aprovechan los recursos de la PlayStation 4, convirtiéndose definitivamente en un título que vale la pena probar hasta el final, y estoy segura de que al igual que a mí, ustedes encontrarán más de un motivo para sorprenderse. Sin embargo, creo que sus defectos afectan de manera agresiva el ritmo de la experiencia. Me parece que el juego no logra alcanzar esa pretensión de novedad que vimos en todas sus campañas publicitarias, estancándose realmente en la monotonía.

The_Order_Cover

Título: The Order: 1886

Fecha de lanzamiento: 20 de febrero de 2015

Plataforma: PlayStation 4

Desarrollador: Ready at Dawn

Publisher: Sony Computer Entertainment

ANUNCIO

Más reseñas

logo-menu-codigo-espagueti