Reseña: Pokémon: Detective Pikachu – la película de Pokémon que nos hacía falta
Pues pasó. Pasó lo impensable. Lo inimaginable. Lo irrealizable; la primera película live action de Pokémon. La saga de videojuegos favorita de treintañeros y de alguno que otro infante, cuyo complejo y absurdo imaginario sólo conocíamos en forma de animación, pixel art o polígonos, se nos presenta como Pokémon: Detective Pikachu y, palabras más, palabras menos, funciona… y funciona bien. Ésta es la película de Pokémon que necesitábamos desde hace rato.

Batallas clandestinas de pokémon dentro de una jaula, esto no es algo que verán próximamente en el anime…
¿A qué me refiero con que “necesitábamos” esta película? A dos cosas: verosimilitud y un arco narrativo que prescindiera de las convenciones del anime.
Como podrán empezar a notar, tanto esta reseña como la película en sí tienen dos lecturas: como fan de Pokémon y como no-fan de Pokémon.
Lo que vale la pena comentar de una vez sobre la película en tanto película es que es una cinta que sufre de identidad neurótica: ¿es una película de acción?, ¿un misterio policiaco?, ¿un horror psico-genético-cronenberguiano? Esta cinta es errática en la dirección de la narración y un guión que no es particularmente sólido. Pero no por eso deja de ser una divertida y a ratos conmovedora película palomera, además de un hito mediático. Agrégale a este conocido cine hollywoodense una horda de pokémon y uno que otro guiño de la nostalgia, y da como resultado una cosa gustosa y hermosa para los fans –y también para los no-fans que son fácilmente impresionables con lindas criaturas y muchos colores–.

Ludicolo sabe… ¡Ludicolo!
Verosimilitud e inmersión: adaptar videojuegos al cine sin fracasar (como de costumbre)
Todos conocemos y estamos aterrados de la maldición: las películas basadas en videojuegos son un bodrio. Quizá uno de los principales culpables sea la virtual imposibilidad de reducir la experiencia inmersiva de un videojuego en un mero pacto de ficción. Tampoco hablemos sobre la tendencia occidental de darle a todo menos al clavo cuando adapta obras de ficción orientales. Así que, cuando los primeros adelantos fueron liberados, la baja expectativa de saber que uno de los fenómenos mediáticos más entrañables de los últimos años estaba siendo adaptado, se convirtió en una explosión de emociones. Algunos dudaron, otros lloraron, algunas más no entendieron, pero en general la recepción de estos modelos tan… peluditos y al borde del valle inquietante fue emocionante. ¿Y saben qué? La apuesta valió la pena. Los pokémon se ven y sienten vivos en este mundo.

Kathryn Newton como Lucy Stevens y Psyduck como Psyduck. Psyduck.
Como saga de videojuegos, Pokémon tiene muchas cosas contradictorias. Por ejemplo, en la construcción de su mundo. Simultáneamente los juegos son en extremo profundos y aburridamente superficiales. Por un lado, nos imprimen en la mente –y en el kokoro– un mundo altamente complejo, misterioso, con dioses y semidioses a la vuelta de la esquina y con una biología apenas entendida. Los juegos problematizan nuestra idea de compañerismo y amistad, de libertad y libre albedrío, de domesticación vs conservación, de ser sentiente y del sentido de nuestras vidas –y de la del otro–.
Por el otro lado, poco a casi nada de estos problemas están presentes en los juegos; o por lo menos no se problematizan (y cuando lo intentaron, se quedaron en un esfuerzo superficial). Esta cualidad de la franquicia de videojuegos es comprensible; lo último que quieres hacer entre los niños (y las billeteras de sus padres) es glorificar las peleas de perros. Pero a un buen sector de fans de antaño nos quedaron debiendo algo: verosimilitud; sabernos dentro de un mundo, y no de un simulador para multiplicar x 2, x 1.5, x 0.5, etc. El problema es cuando sólo estás pensando en números y no en criaturas. Y aquí es donde entra en juego Pokémon: Detective Pikachu.

El corazón de la película es la mancuerna entre este pikachu con amnesia (Ryan Reynolds) y Tim Goodman (Justice Smith).
Vivimos ? en un mundo Pokémon?, PO-KÉ-MON?
Esta película, independientemente de sus logros o carencias en tanto película, abre la puerta a que este mundo exista dentro de medios y narrativas más serias, más maduras, y por ello agradezco que sea independiente a las convenciones del anime. No me viene a la mente ningún ejemplo superior a Detective Pikachu en donde Pokémon se realice como una genuina trama de ciencia ficción; es decir, que se realice en un mundo como el nuestro, pero con algunos elementos extraordinarios que problematizan nuestra propia realidad.

Psyduck, como la vida misma.
En Detective Pikachu, todos (y son muchos) los pokémon que aparecen son una realidad tangible y cotidiana. Su relación con los humanos apenas es mencionada sutilmente en los primeros minutos para darle un poco de contexto a los que absolutamente ignoran la premisa de Pokémon. Fuera de eso, la película nos muestra un mundo extremadamente vivo, extremadamente lleno de detalles que, de ser captados, revelan, como pequeños guiños, lo que los juegos nos han dicho durante años en insulsas cajitas de diálogos; cómo se relacionan y comportan los pokémon y los humanos en el mundo que comparten. Para mí, ávido fan de los juegos, el gran logro de Detective Pikachu queda finalmente materializado en lo que nuestra imaginación lleva décadas haciendo: ver al “mundo pokémon” frente a nuestros ojos.

Ryme City, una gran metrópoli donde están prohibidas las batallas pokémon.
¿Y cómo es ese mundo pokémon? Pues como era de esperarse; al centro está la alienación de nuestros modos de producción están las relaciones que hacemos y le dan sentido a nuestra vida. Ryan Reynolds como Detective Pikachu no sólo es tan hilarante como esperábamos, sino que en mancuerna con Justice Smith, interpretando a Tim Goodman, el distanciado hijo del desaparecido compañero humano de Pikachu, logran crear un duo humano-pokémon emotivo y genuino. La química entre ambos personajes nos recuerda que, aún viviendo en el mundo pokémon, no nos libramos de tragedias y miseria. Sin embargo, conforme nos vamos alejando de los coprotagonistas, el guión pierde algo de fuerza.
Kathryn Newton hace una gran labor como Lucy Stevens, una creadora de contenido que aspira a hacer periodismo [hola 99% de los medios digitales en boga], pero lamentablemente su personaje está escrito erráticamente, alternando momentos poderosos con otros más flojos. En el caso del “villano” (o villanos, no spoilearé), el guión –o quizá la exposición– tampoco le hace mucha justicia, lo cual le resta algo de catarsis al último acto de la película. Lo que sí es una grandiosa constante es el compañero pokémon de Lucy, Psyduck, el amor encarnado en forma de migraña y a ratos el roba show de la película. Es más, si no estuviera forzado a ponerle una calificación numérica a Detective Pikachu, le pondría de calificación “Psyduck” (y los sabios sabrían a qué me refiero). Psyduck. Sí, la oración anterior consistió en decir sólo “Psyduck” (ni siquiera cuenta como oración). Psyduck.

Además de Pikachu y Psyduck, Bulbasaur se roba la película. Porque Bulbasaur es el mejor starter. Si no estás de acuerdo, vamos a pelear.
Lo bueno
- 1. Pikachu y Ryan Reynolds.
- 2. Psyduck. Psyduck.
- 3. El mundo pokémon se siente vivo y verosímil.
- 4. El diseño semi realista de los pokémon funciona.
- 5. Suficiente fanservice de la nostalgia para ser feliz.
- 6. Psyduck.
Lo malo
- 1. No hay un antagonista particularmente pesado.
- 2. El guión es errático y a veces algo flojo.
- 3. Pudieron aprovechar más la música de los videojuegos.
Veredicto
Psyduck. No es una película perfecta ni una revolución cinematográfica, y no tiene que serlo; tiene suficiente corazón, humor y pokémon para compensar. Pokémon: Detective Pikachu ya es un hito por ser la primera adaptación live-action de Pokémon y por ser de las primeras películas de videojuegos en no apestar rotundamente. Para los que vayan con el corazón ligero y sereno, esta película es una feliz ventana hacia un gran y colorido mundo, y la puerta de entrada para que este universo siga creciendo hacia lugares que los videojuegos y el anime no explorarían jamás.
Psyduck.

Título: Pokémon: Detective Pikachu
Duración: 1h 44m
Director: Rob Letterman
Elenco: Ryan Reynolds, Justice Smith, Kathryn Newton, Suki Waterhouse, Omar Chaparro, Chris Geere, Rita Ora, Ken Watanabe y Bill Nighy
País: Estados Unidos
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