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Reseña: Pyewacket — Una gran película de terror adolescente

| 1 de febrero de 2019
Adam MacDonald nos entrega una película contemplativa y pesada, digna de ser la representación visual del doom metal.

Proveniente de Canadá se estrenó Pyewacket, del director y escritor Adam MacDonald, que en México recibió el peor nombre que pudo haber recibido: Espíritu del Mal, que básicamente es un spoiler gigantesco sobre la trama. El por qué no optaron por ponerle Las aventuras de una Bruja adolescente es aún un misterio para mí. Si a esto le sumamos el tráiler que Cinemex lanzó sobre la cinta, pues ya no hay necesidad ni siquiera de pararse en el cine a verla, dado que nos cuenta todo. En su defensa, debemos decir que esta película es del 2017, y muchos fans del género seguramente ya la vieron.

Pero, si quieren seguir la recomendación del que aquí escribe, les recomiendo que vayan ahora mismo al cine a verla. Porque Pyewacket es, a mi gusto, la primera gran película de terror adolescente que llega a los cines mexicanos este año.

Leah, la bruja adolescente

(Entertainment One)

Pyewacket cuenta la historia de Leah (Nicole Muñoz) una adolescente que acaba de perder a su padre y que tiene que lidiar con su disfuncional madre, quien no ha podido superar la muerte de su esposo al extremo que comienza a culpar a su hija por recordárselo. Leah, amante del doom metal, encuentra en la magia negra y los mitos canadienses un refugio y sus amigos, un refugio a sus problemas.

En un chispazo bien intencionado de su madre, Leah es obligada a ir a vivir a una cabaña en medio del bosque para que su devastada madre “pueda comenzar de nuevo”, por lo que el tiempo con sus amigos está contado. Tras una pelea con su madre, Leah sufre un arrebato de furia que la orilla a sumergirse en la profundidad del bosque e invocar al Pyewacket, un espíritu ejecutor, para que mate a su madre.

Sí, esta es una película sobre una hija que quiere matar a su madre loca… y no.

Drama macabro

(Entertainment One)

Ok, voy a tratar de no emitir spoiler alguno, porque la película tiene un par de giros en la trama que hacen que todo valga la pena. Entrar en detalles sobre la misma podría arruinarles la experiencia de verla; así que siéntanse libres de leer mi opinión al respecto de Pyewacket.

La forma más básica y fácil que tengo que describirles a ustedes Pyewacket es esta: Es como Lady Bird (de Greta Gerwig), pero con magia negra, una mama más hecha mierda y música más chingona. La película es un drama que narra la relación disfuncional familiar desde la perspectiva de una adolescente que tiene sólo una oportunidad de escapar de la locura materna, y recurre a una criatura ancestral (casi por accidente) para lograrlo.

La película explota el concepto de la brujería que está tan en boga últimamente, y para ello se vale de una especie de terror contemplativo que no a todo el mundo le sienta bien. La industria está tan acostumbrada a lanzar películas de terror que se basan en los sustos de “algo” que salta de repente hacia la pantalla, que el esperar a que la historia se desarrolle, para que el susto llegué cuando te das cuenta de lo que está pasando, no tiene tantos fanáticos como debería. Pero ese es uno de los grandes aciertos de Pyewacket, te envuelve en su atmósfera pesada por a poco.

Comienzas con tomas cerradas, en el cuarto de Leah, lleno de pósters de bandas oscuras y doom metal sonando de fondo, con ligeros respiros visuales en la escuela, hasta llegar a los planos largos en el bosque. Resulta interesante como el director nos muestra que la teatralidad de los metaleros más oscuros no es tan atemorizante como lo es la naturaleza. Cuando la historia llega al bosque la sensación de desesperanza es total.

Terror antropológico

(Entertainment One)

Esta película es de terror, y el terror está en las palabras brutales de una madre deshecha y cruel que ha perdido la dignidad y la esperanza que domina todos los aspectos de la vida de su hija. El terror está en la forma en la que la señora Reyes (Laurie Holden) quiere hundir en la mierda a su hija sólo para poder salir ella de la misma.

La trama alcanza un punto culminante cuando el grupo de amigos de Leah (a quienes la madre culpa de haber convertido a su hija en una perdedora) llegan a la conclusión de que los padres no deben ser admirados, pues al fin y al cabo son personas iguales a ellos. De hecho, El único adulto de la película (porque la madre no lo es, ni por asomo) es Rowan Dove (James McGowan) el escritor del libro de hechizos que se usa para llamar al Pyewacket. Él es la voz de la conciencia y quien revela que el verdadero Espíritu del Mal está en los deseos secretos de los humanos.

La trama está tan llena de momentos tan exasperantes que terminan justificando las acciones de Leah pero que también nos hace pensar que lo que estamos viendo y escuchando no está bien. El resto, la fantasía, no son más que el pretexto para contar una historia sobre los peligros de las malas decisiones en la vida.

Pyewacket

(Entertainment One)

La parte de la fantasía está representada por el Pyewacket, un ser que no es malo, tampoco bueno. Sólo es. Un ente de la naturaleza que acude cuando se le invoca y cuyo fin último, al parecer, es la muerte. Mata, mata y mata y uno no sabe por qué.

Visualmente, el Pyewacket es una bestia amorfa muy interesante, de repente recuerda a Sadako, el espectro japonés que aparece en las películas de El Aro, pero con un matiz salvaje. No sabemos si es una bestia o un elfo maldito.

El gran logro de la historia se centra en la invocación. El contenido antropológico que se le da a la misma le da peso y credibilidad, la idea del escritor sobre que las invocaciones son representaciones de los deseos de quien las hace (y, por lo mismo, se debe tener cuidado de lo que se pide) son la guía que nos conduce al miedo, más no a la sorpresa.

Terror independiente

(Entertainment One)

MacDonald usa recursos conocidos en el cine de terror, pero con giros novedosos y sutiles, que nos ayudan a descifrar cuando algo está ocurriendo realmente y en otros casos pone al espectador en el interior de la cabeza de Leah. Aquí el sonido es parte fundamental. Hay movimientos de cámara bruscos y vibrantes (literalmente) que nos hablan de lo que realmente está pasando en la historia y que a lo mejor no queremos ver.

Tal vez la gran falla de esta película es que lo realmente importante de la historia está contenido en tres momentos, de los cuales los primeros dos se alargan al extremo, quizá innecesariamente, y para cuando la tensión explota el drama ha hecho mella en el ánimo del espectador.

Lo Bueno
  • La música
  • La atmósfera envolvente
  • La historia es novedosa
  • Las actuaciones son potentes
Lo Malo
  • Es innecesariamente lenta
  • El planteamiento de adolescente bueno, adulto malo
  • A veces parece que estamos viendo la Bruja de Blair
Veredicto

Pyewacket es una película que brilla por sus propios méritos, su historia novedosa, con giros inesperados y las actuaciones de sus protagonistas potentes. La atmósfera en la que te envuelve te hacen no querer párate por Canadá ni por error. Sin embargo, trata de ser The Witch (incluso es de los mismos productores), pero no lo logra. Los amantes del género encontrarán en Pyewacket una fina pieza de fantasía, los que están acostumbrado al terror fácil, la verdad, no creo que la vayan a disfrutar nada.

Título: Pyewacket

Duración: 1hr 30 mins

Director: Adam MacDonald

Elenco: Nicole Muñoz, Laurie Holden, Chloe Rose y Eric Osborne

País: Canadá

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