Reseña: Yoshi’s Crafted World – una pequeña felicidad hecha a mano
Nintendo, fábrica de sueños y dueña de nuestro dinero finalmente lanzó uno de los juegos más prematuramente anunciados de una de sus principales franquicias para la Switch: Yoshi’s Crafted World. ¿Vale la pena tragarse este huevo?
Una historia de ocio y sueños

Sueños y anarquía, los yoshis lo tenían todo hasta que…
Toda buena épica empieza con un héroe y su sendero hacia sacrificarse en pro de la comunidad, pero como los yoshis son bien anarcos, la comunidad misma es la protagonista (puedes escoger el yoshi de tu color predilecto para jugar y cambiarlo en cualquier momento entre nivel).
Todo empieza un feliz día en la isla de los yoshis, quienes andan chorcheando y pasando el rato alrededor del Sol de los Deseos, una antiquísima reliquia enjoyada con la facultad de conceder deseos (como el de vivir sin preocupación en una isla sin leyes ni Estado, yoshis anarcos evade impuestos les digo).

Zipizapos… son los más buenos, o son los más malos…
Acto seguido aparecen Bowser Jr. (quien me vengo enterando que en español es zipizapo, el malcriadito del amor) y el hechicero-niñero real Kamek para robar el Sol de los Deseos a petición del príncipe de los Koopas y blablablabla, las joyas que le dan su lustro y poder a la reliquia quedan esparcidas en diferentes mundos de manualidades y debes recuperarlas.
Gameplay: la masacre de los Shy Guy

No era personal, hermosos e introvertidos, Shy Guys. De ustedes será el Reino de los Cielos de los Champiñones.
¿Y cómo van a recuperar los yoshis esas gemas? Saltando, arrojando huevos, resolviendo rompecabezas y, sobre todo, masacrando Shy Guys. El diseño de nivel explota la idea de que te encuentras en una maqueta que, como en la vida real, nos permite apreciar la tridimensionalidad de grandes (o pequeñas) estructuras. En este juego, esto se traduce no sólo en moverte en tres dimensiones (además del avanzar, retroceder, arriba y abajo de la mayoría de los juegos de plataforma), sino también en que los detalles y los objetos interactuables se encuentran a cualquier profundidad del nivel, obligando al jugador a tener una atención muy especial –y ulteriormente gratificante– del mundo que atraviesa.

¿Puedes encontrar al Shy Guy escondido?
No sólo es el placer de la atención al detalle, este diseño de nivel tan tridimensional y “en capas” también le da cierto gradiente de dificultad al juego. ¿Cruzar un nivel de principio a fin? Fácil. ¿Encontrar todas las margaritas/monedas secretas/manualidades/cachorros de poochy? Mh, no siempre tan fácil. Pero el juego está diseñado para que no te abrumes por encontrar todo al mismo tiempo.

No todo en la vida es buscar gemas, también hay margaritas secretas (y ni tan secretas) en cada nivel.
Al contrario, las manualidades se pueden encontrar una a la vez, los poochies sólo aparecen en las versiones invertidas (o sea, explorando de la meta al inicio) de los niveles y estas versiones no están desbloqueadas desde el principio.

Poochy y sus poochitos están de regreso. Los cachorros aparecerán en las versiones invertidas de los niveles.
Independientemente de si invertirás tu tiempo en hallar todos los secretos, la dificultad tiende un poco hacia lo fácil, y tarda algo en aumentar (como los jefes, que sólo son un reto hasta el final). Pero no hay de qué lamentarse, el diseño de nivel se mantiene constantemente fresco agregando novedades gradualmente. Incluso, de vez en vez, llegarás a niveles con retos y mecánicas exclusivas de ellos (como una persecución o una carrera de autos de celdas solares). Otra opción de dificultad está en los diferentes atuendos con los que puedes investir a los yoshis y que funcionan como una armadura limitada contra el daño, pero puedes prescindir de ellos si confías en tus habilidades de dinosaurio ninja y/o no tienes corazón y no crees que los yoshis se ven adorables con sus disfraces/botargas/lo que sean.

Ser perseguido por dinosaurios, batallas entre barcos pirata, montar robots gigantes… ¿qué más quieren?
Sobra mencionar que los controles son exactos y cómodos, y si no te parecen cómodos, hay dos configuraciones (personalmente, yo usé la opción B). Fuera de eso, si el jugador es un niño pequeño o tú estás aún más tronco que yo, o simplemente quieres engañar al juego y a ti mismo, sin crecer, ni mejorar, tomar el atajo y no ganar nadaBLABLABLABLA, hay un modo “funky” extra fácil que le da a tu Yoshi alas y movimiento aéreo indefinido.

No se burlen de quienes juegan en modo apacible, yo a veces lo activaba antes de caer al vacío…
Dicho modo apacible se puede activar o desactivar en cualquier momento –incluso a la mitad de un nivel–. Si sigues perdido, también un segundo jugador se puede integrar y hacerte la vida más fácil (o más difícil si no logran sincronizarse). Suerte encontrando amigos en la vida real.
Visuales: Un mundo de manualidades

Hay cosas que tienes que ver en movimiento para amar el diseño de arte.
Hay algo ligeramente errático con la presentación visual de Yoshi’s Crafted World, pero no para mal. El juego, gracias a su encantador y original diseño de arte que emula un mundo hecho de manualidades de papel, cartón y una que otra basura reciclada, se ve entre genial e increíble. El “problema” es que una vez que lo ves increíble, desearías que lo genial se viera igual de increíble.
En sus menús, sus videos prerenderizados y algunos segmentos del juego, genuinamente se siente que la animación se hizo cuadro a cuadro fotografiando materiales de la vida real.
El resultado es un exquisito regreso a esa fascinación que sentíamos de niños por las manualidades y las maquetas. Reitero que no es queja que el juego usualmente se vea genial, prácticamente todos los niveles tienen una atmósfera –y hasta materiales– muy particulares y distintivos. Definitivamente en este juego el camino es tan recompensa como la meta.
Música y sonido: la importancia de reciclar
Hablando de atmósferas, pocas cosas en este mundo dicen “Dios está en su Cielo, todo está bien con el mundo” que la música de los juegos de Yoshi (mientras que no odies encarnecidamente sus vocecillas de dinosaurios).
Un buen porcentaje de la música de Yoshi’s Crafted World está compuesta por uno de dos lúdicos y serenos leitmotiv. Claro que cada variación captura sonoramente la esencia del lugar donde estamos, sea un mundo submarino, un desierto o una base ninja (sí, las bases ninjas tienen esencia).
Algo parecido sucede con los efectos de sonido; son pedestres, y eso está muy bien. Estamos en un mundo de juguetes, de juegos, de imaginación de creatividad… cualquier otra cosa que no fueran efectos propios de un juguete Fisher-Price estarían fuera de lugar. Sin embargo, por más placentera y ad hoc que sea la banda sonora, ninguna pieza musical sobresale particularmente, o por lo menos no con la epicidad de otros ejemplos en la franquicia, como Yoshi’s Tale, la mejor canción del mundo (y si no estás de acuerdo, estás mal).
“Lo importante es el valor que le des a tus sueños”

Un yoshi locomotora en un nivel acuático, en el mundo lleno de imaginación todo es posible.
¿Quieres un juego de plataforma lleno de encanto y –gran parte del tiempo– serena jugabilidad? ¿Te gusta coleccionar cosas y no tienes problema con regresar a los viejos lugares donde fuiste feliz por meras razones obsesivas y complecionistas? ¿Odias a los Shy Guys y te gusta tragarlos y expulsarlos en forma de huevo? ¿Evades impuestos y buscas la abolición del Estado? Entonces Yoshi’s Crafted World es para ti.

Yoshi’s Crafted World es un juego relativamente modesto, pero absolutamente encantador.
Lo bueno
- El diseño de nivel es imaginativo, y el diseño de arte aún más.
- Reiterativo de 1., pero el juego está rechulo de bonito.
- Una experiencia –usualmente– tranquila y feliz.
- Harto secreto y mini retos en cada nivel multiplica la rejugabilidad.
Lo malo
- Los Shy Guys tienen tanto derecho a vivir y no ser convertidos en huevos como cualquiera de nosotros.
- Para los ávidos –y hábiles– jugadores de plataformas, el juego tardará en presentar un reto.
- La música es cumplidora. Y ya.
Veredicto
Yoshi’s Crafted World me llegó en un momento un tanto oscuro (en varios sentidos, particularmente de salud, de ahí que esta reseña tardara tanto en salir), pero por momentos, mientras navegaba por esta aventura de plataforma con el sello de calidad de Nintendo, este juego fue un centelleo de paz y felicidad. En un mundo de Sekiros, Dark Souls y Cupheads, los Yoshis son un bien necesario que deberíamos regalarnos de vez en vez.

Yoshi’s Crafted World
Desarrollador y distribuidor: Nintendo.
Género: Acción, Plataforma.
Plataformas: Switch
Modos de juegos: Portátil, Sobremesa, T.V.
Guardado en la nube: Compatible
Fecha de lanzamiento: 03 de marzo de 2019
Precio: USD $59.99 / MXN 1499.-.
Espacio en disco: 5.6 GB
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